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DESPUES DE MIS PRIMOS Y JUAN VINO CARLOS, EL SEDUCTOR (primera parte)
Fecha: 28/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... ir hacia el mismo lado. Comenzamos a caminar. Cuando íbamos cruzando una plaza le pregunté “¿Qué me ibas a preguntar ese día cuando me paraste en la calle?” El como toda respuesta me dijo “¿Qué tenès que hacer ahora?” Yo contesté “Nada”. No quería que se fuera a ir como la vez anterior y quedarme con las ganas. “¿Tenès algún lugar donde podamos estar solos´?” me preguntó. Mi mente trabajaba a mil para dar respuesta hasta que recordé que frente a mi casa había una barraca que tenía separado una habitación con un baño que iba a ser un escritorio pero como no se había terminado estaba abierto. Le dije de ese lugar y me dijo “Vamos”. No hacían falta más palabras para saber que iba a pasar. En el camino me iba metiendo la mano en la cola y en algunos lugares más oscuros, porque los árboles tapaban las luces de la calle, me apoyaba su bulto sobre la cola. Se notaba erecto y muy grande. Llegamos al lugar. Como no había nada puse mi abrigo sobre el suelo. El también puso el suyo. Comenzó a besarme en los labios, en el cuello, en las orejas. Nunca nadie me lo había hecho. Me hacía sentir cosas hermosas, como una electricidad que me recorría el cuerpo, Me dio mi primer beso de lengua, Yo ya estaba a mil. Me pidió que me desvistiera mientras él hacia lo mismo. Yo me quité todo y me puse boca abajo como siempre lo había hecho con mis anteriores amantes. El se acostó arriba mío y me apoyo su enorme verga que movía suavemente sin meterla. Mientras hacía esto me dice al oído “¿Te gustaría ...
... que te rompa el culito?”. “Me encantaría, le contesté, pero tengo miedo porque me vas a hacer doler mucho. La tenès muy grande”. “No tengas miedo, no es tan grande. Si te la meto despacio la vas a aguantar bien. Un poquito te va a doler pero si tenès ganas tenès que aguantar un poquito de dolor. Te la meto despacio y si te duele mucho lo dejamos ahí ¿Querès? Aunque me gustaría metértela hasta las bolas. ¿Tenès con que limpiarte si te sangra un poquito?” “No tengo nada. Si voy a buscar a casa no voy a poder salir nuevamente” “Bueno, otro día te rompo el culito bien roto. Hoy vamos a hacerlo más leve. Te la meto hasta donde aguantes. Venì chúpamela bien y llenala de saliva así te entra mejor” Me di vuelta y comencé a besar esa cabeza enorme, le dejaba saliva y poco a poco la fui metiendo en mi boca. Él suspiraba con las chupadas. Yo seguí y seguí hasta que la tuvo bien dura. Entonces me dijo que me pusiera boca abajo que me la iba a meter. Me pidió que me abriera las nalgas con mis manos y me escupió varias veces el culo. Me empezó a pasar la pija por la raya del culo hasta que la dejó en la puerta de mi orto. Dio un empujón y metió gran parte de la cabeza. Sentí dolor pero hasta ahí podía soportarlo. Igualmente di un gritito. Creo que era más de placer que de dolor. Se quedó quieto un momento y luego vino un segundo empujón. Ahí entró toda la cabeza y ya el dolor fue más agudo. Me queje en voz baja porque algún vecino podía escuchar. La dejó quieto un momento y luego dio otro ...