Incursión lésbica inducida © An - Relatos Eróticos

Incursión lésbica inducida © An

... que acompañaba con palmas la danza erótica de Lidia, incitándome a que me despojara de la salida de baño y la acompañara. Por supuesto me negué y todo fue calmándose de a poco...o más o menos.Ni Lidia ni yo éramos de beber mucho alcohol, pero de Sergio y su amigo-cuñado-o-lo-que-haya-sido no puedo decir lo mismo. El whisky se fue, el vodka se fue, el gin...casi. A pesar de todo me sentía bien, con el ánimo recompuesto y sentir su mano recorriendo mi entrepierna me animó más. Y aunque me cueste reconocerlo, ver a Lidia besándose con Javier -creo que así se llamaba su ocasional pareja- con su mano dentro del pantalón mientras él le desprendía el corpiño...me predispuso aún más.Cuando mi novio comenzó a besarme el cuello y hurgar con sus dedos mi más húmedo rincón, me levanté y lo arrastré de un tirón a mi habitación -la única, chiquita, pero solo mía-. Quise cerrar la puerta. No me dejó hacerlo, se rió de mi recato, se puso detrás mío... y me hizo girar para que viera el living-comedor. Lidia, ya totalmente desnuda y sobre Javier semidesnudo movía sus nalguitas en círculos como si necesitara revolver algo en su cacerolita con ese cucharón morocho...Ansiosa, pretendí ir hacia la cama, pero Sergio, aún detrás mío, colocó mis manos en el marco de la puerta, me rodeo el torso con sus brazos y penetró mi vagina húmeda sin esfuerzo. Me incliné un poco hacia adelante para poder sentirla toda y mientras me embestía me decía al oído "¿Viste que bien coge mi hermanita?¿Te gusta verla ...

... coger?"Ya no me importaba lo morboso del asunto, mi calentura podía más. En ese momento escuchamos a Lidia decir "¡Nooo, todavía nooo!"...y todo fue un desastre: Sentir a Javier jadear allá y a Sergio acá, como si se hubieran puesto de acuerdo para correrse juntos sin importarles nosotras...Segundos después él se desplomó en la cama y yo sabía que no habría tratamiento manual u oral que lo reactivase en ese momento. Lidia lo estaba intentando pero sin éxito aparente.No estaba enojada, pero si frustrada. Y con mi clímax el tope me interné en el baño para bajar mi "temperatura" con una ducha fría "allí". A punto estaba de sentarme en el bidet cuando Lidia, entrando también, me tomó del brazo y me dijo "Esperá". No me sorprendí por estar desnudas las dos solas en el baño. Algunas veces las mujeres entramos a orinar aunque otra esté bañándose y creí que tenía algún tipo de urgencia."Ninguna de esa clase, aunque el tonto me dejó a medio camino", dijo. No se porqué, pero le respondí que a mi también. Me miró como con incredulidad, me acarició el rostro...y me besó. No supe responderle bien, era la primera vez que besaba a una mujer pero no pareció importarle.Lidia cerró la puerta tras de ella y sin que yo pudiera decir nada, se arrodilló delante mío. Con sus dedos recogió un poco de los líquidos que escurrían por la parte interior de mis muslos y se los llevó a la boca. "¡Loca, es el semen de tu hermano!", casi grité. Levantó la mirada y volvió a recolectar jugos, solo que esta vez ...