1. Miguelito


    Fecha: 30/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Lo que les voy a contar es cien por ciento verídico, y una de las cosas más extrañas que me ha pasado. Lo que les voy a contar es cien por ciento verídico, y una de las cosas más extrañas que me ha pasado. Hace unos meses yo trabajaba como cuidador nocturno de la casa de un militar, me pagaban bien, me servía para pagar mis estudios y tenía lugar gratis para comerme cuanto cuerpito se me atravesara, del sexo que fuera, pues soy bisexual. pero una mañana me entretuve para regresar a mi casa así que cuando fui a tomar el autobús ya estaban pasando llenos, sobre todo de estudiantes de un liceo que quedaba en el mismo camino en el que yo vivía, me tocó viajar parado y en la puerta, en el último escalón de la entrada por lo que tuve que agarrarme del tubo que sirve para sujetarse cuando te estás montando. De repente sentí una tela rozarme la mano, entre la gente distinguí y parecía que era de un estudiante que usaba camisa celeste, quien fuera, se acomodó y su pene quedó a la altura de mis dedos que se aferraban fuertemente al tubo para no caer, sentí un paquetico regular, aflojé un poco la mano y realicé un movimiento como si estuviera masturbando al tubo e inmediatamente el pene se puso como un hierro, así durante más de 15 minutos se lo acaricié con la parte superior de mis dedos, y él se quedó en el sitio sin moverse en lo más mínimo, cuando comenzaron a bajarse los pasajeros tuve que quitarme de la puerta para dar paso, cuando el autobús arrancó de nuevo, nos encontramos de ...
    ... frente, era un niño de unos 13 años, muy blanco, de cabellos negrísimos y delgadito, me miro intentando ocultar la vergüenza y yo le sonreí. Minutos después yo me quedaba y el continuaba su viaje, llegué a mi casa y durante todo el día tuve el recuerdo de lo que había pasado en la mente. Al día siguiente, muy conscientemente me retrase al salir del trabajo y a la misma hora del día anterior esperé el autobús y bingo, ahí venia el chamito, pero, esta vez el carro no venia tan lleno así que quedamos parados uno al lado del otro, el sacó su teléfono y claramente vi como marcaba un numero el cual colocaba para que yo lo viera, yo saque el mío y anoté el numero, le repiqué, y el guardó mi numero, llegué a mi destino y cuando llegaba a mi casa me entró un mensaje. Él: Hola me llamo Miguel y tú? No me atreví a contestar, me daba temor, era un niño y no quería problemas. A los 20 minutos me entró una llamada del chamo. Yo: si dime? Él: te envié un mensaje y no respondiste. Yo: estaba ocupado, apenas veo el teléfono, dime? Él: te molesta que te llame? Yo: estas como un poco chamo no? Él: acabo de cumplir 13, y no soy para nada problemático. Vivo por la calle Tal. Guardé silencio, aquella calle quedaba cerca de la casa donde yo trabajaba. Él: si te molesta mi llamada no lo hago más? Yo: hablamos en otro momento, te parece? Él; Ok cuídate Corté la llamada y me di cuenta que tenía una erección, en eso llegó mi madre y me puso conversación y así transcurrió el día. Aquella noche, no hacía ...
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