1. Miguelito


    Fecha: 30/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... decía, podía tener trece años pero era muy maduro. Miré la calle, estaba desierta, un mal pensamiento cruzó mi mente. Yo: Quieres entrar?, al tiempo que abría la reja. No terminé la frase y ya el muchacho estaba adentro, dirigiéndose con toda confianza a la entrada principal. Le indiqué que mejor entráramos por la cocina y él me siguió, abrí la puerta, me dijo que desde que a su padrino lo habían transferido no entraba a la casa, cruzamos unas palabras en la cocina y de pronto. El: y tu donde duermes? Yo: en el cuarto de huéspedes. Sin decir nada caminó en dirección a la habitación y abriendo la puerta entró en ella, yo lo seguí. El: no te aburres aquí todo el tiempo solo. Yo: no, aquí hago muchas cosas. El: y traes a tus amigas? Yo: si, y a mis amigos, pero no le vas a decir nada a tu padrino verdad? El: claro que no cómo cree, yo no soy sapo. Se sentó en la cama, con completa confianza. Yo: te puedo preguntar algo? El: claro. Yo: te gustó cuando te lo toque en el autobús. Se puso rojo, y clavó su mirada en el piso. Yo: somos panas no? El: si claro, somos panas. Yo: entonces cuéntame, no sientas pena, los dos somos hombres. El: si me gustó mucho, nunca nadie me lo había tocado. Era matar o morir, sabía que era un delito y todo eso, pero me lancé con todo Yo: te gustaría que lo hiciera de nuevo. El se levantó y se puso rígido, temí haber echado a perder todo. El: a ti te gustaría? Yo: los amigos hacemos cosas por nuestros amigos para que se sientan bien. El: Entonces sí, me ...
    ... gustaría. Me Acerque a él, la mezcla de miedo y excitación era brutal, me arrodillé y pase la mano suavemente por su entrepierna, a la tercera vez, el chico tenía una erección a mil, acentué la caricia, se lo agarré con la mano y se lo apreté y el gimió. Yo: bájate el pantalón. El puso los ojos como dos platos pero obedeció de una, torpemente, desabrochó su correa su pantalón y lo bajó hasta las rodillas, sus piernitas eran delgaditas, así se veía más flaquito. Yo: quítate la camisa. Obedeció, en segundos solo tenía puesto un bóxer negro que hacia contraste con su piel blanquísima. Acaricie el pene por encima de la tela, le hice separar las piernas y lo acaricié así durante un rato, luego lentamente le bajé el bóxer, su pene mediría unos 13 centímetros pero era cabezón y algo grueso, me incliné y se lo besé, el chamo tembló de pie a cabeza, me metí la cabeza en la boca y el tuvo una eyaculación, el me miró avergonzado, yo limpié el pene con mi lengua y me fui al baño. Al regresar el estaba terminando de vestirse, le pregunté que si le ocurría algo y me dijo que creía que yo me había molestado. Yo: para nada, porque estaría molesto? Te dije que los amigos hacemos cosas por nuestros amigos, a ti te gustó? Él: mucho. Yo: entonces no estoy molesto. Nos sentamos en la cama, yo tomé el control y encendí la tele, hablamos una que otra tontería hasta que decidí contra atacar. Yo: entonces nunca has culiado? Él: no, nunca Yo: te gustaría aprender, yo te puedo enseñar. Él: enséñame por ...