1. Sucedió en la oficina


    Fecha: 31/05/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... a ella, acariciando con mis manos su espalda, sus cabellos y deslizándolas hacia abajo buscando esas hermosas nalgas que siempre deseé tocarlas. Nuestras lenguas se saboreaban entre si; mientras sus manos comenzaron a explorar mi cuerpo siguiendo la ruta hacia mis muslos y rozando tímidamente mi erecto miembro. Nuestros labios se separaron dandose un breve descanso; pero los míos iniciaron la más deliciosas caricias por sus mejillas y por su cuello sintiendo su piel tan tersa y juvenil que la hacía mas deseada. En eso el ruido del ascensor nos detuvo y empezamos rápidamente a acomodarnos la ropa, desordenada por nuestras inquietas manos. Efectivamente el ascensor se detuvo en el piso y apareció la silueta del vigilante. - Buenas noches señores, estoy haciendo mi ronda. Todo está bién?- -Ee...este... si, no hay problemas, estamos haciendo un informe urgente y todavía nos quedaremos una hora más; por lo menos.- dije un tanto nervioso. -Muy bien, los dejo y cualquier cosa me llaman. Buenas noches- dijo el vigilante, continuando con su ronda. -Uffff.... casi nos pescan, no?- dije -Creo que se ha dado cuenta, lo noté en su mirada- respondió Paloma. -Noooo... ni pensar, no tiene ninguna razón para hacerlo..jaja- -Bueno, ya me voy. Ha sido el cigarro más peligroso de mi vida- dijo sonriendo y se fue, dejándome con las ganas de seguir con esa deliciosa aventura. Pasaron varios días y cuando nos veíamos se notaba un sentimiento de arrepentimiento y culpa. Era inevitable, ambos ...
    ... sabíamos que lo que pasó era incorrecto, pero.... pasó. En esa época del año mi trabajo se incrementó a extremos de tener que quedarme hasta pasadas las 11 de la noche, por lo menos tres veces por semana. Pensé que era el único que trabajaba así. Pero no; me enteré que Paloma también se estaba quedando hasta muy tarde, desde hacía más de una semana y no lo supe hasta ese día. Era viernes y ya todos se habían retirado; pero no encontraba un pretexto como para ir a buscarla a su piso; en eso se me ocurrió uno y bajé. -Hola Paloma, que bueno que estes. Sabes, mi impresora está fallando y justo ahora que necesito tener impreso un informe y enviarlo a mi jefe para que lo revise y lo corrija, por que hay que presentarlo primera hora del Lunes. ¿Puedes compartir tu impresora para enviar mi trabajo e imprimirlo, yo te traigo las hojas- le dije -No seas ridículo!... yo tengo hojas. Sólo dime cómo se hace para compartir la impresora?- contestó un poco contrariada. -Mira si te molesta hacerlo no te preocupes que veré como solucionar mi problema- le contesté, un poco molesto por la forma en que me trató y me di media vuelta, desilusionado por su proceder. Paloma reaccionó diciéndome -Oye, oye... no es para que te pongas así y te vayas. Si te molestó mi respuesta, disculpa... ok?- -Bueno, está bien. Yo te enseño como compartir tu impresora. Si?- le dije acercándome a ella por detrás, sintiendo el excitante perfume de sus cabellos y de su cuerpo, esos mismos olores que aún permanecían en mi ...
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