La noche que mi mujer lo dió
Fecha: 31/05/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... alternativamente con mi mujer. Desinhibida, como nunca, consumía y consumía whisky lo que hacía que su rostro se sonrojase cada vez más y sus ojos adquirieran un dejo de coqueteo especial, así como sus movimientos al bailar fueron más cadenciosos y sensuales. Ya cerca del fin de la fiesta la saqué a bailar y le pregunté que estaba deseando. Sin esperar respuesta le espeté si le gustaría tener algo con los tipos. Me miró entre sorprendida y ansiosa y me preguntó ¿Me dejarías? Pese a mi excitación quedé un poco perplejo. Le respondí ¿Y cómo sería? ¿Te irías con ellos? ¿Iríamos todos? . "Déjame ir sola", murmuró. No sé qué pasó por mi mente pero le dije que "sí". Volvimos a la mesa y yo aduje que estaba muy cansado y que la esperaría en nuestro apartamento. La besé, me despedí de los italianos y me marché. No pegué el ojo. Estaba excitado pero también celoso. Las horas fueron eternas. Hacia las 9:00 a.m. la sentí llegar. Le abrí la puerta, nos miramos y nos abrazamos. No sabía si interrogarla o esperar a que ella me contara. Sólo dijo ¿Y? Me miró, sonrió con ese brillo nuevo que había descubierto en sus ojos. Cuéntame le dije... Nuevamente me miró, se dejó caer en la cama y con sus ojos en mis ojos me dijo "delicioso". Insistí, adoptando su mismo tono de delicia, en conocer los detalles. "Cuando te fuiste, me invitaron otro trago y me invitaron a acompañarlos a su hotel a tomar otro trago. Les dije que sí, salimos y subimos a su auto. Nos fuimos los tres adelante, yo en medio un ...
... poco apretada. Luigi, el primero, me puso su mano en el muslo y me miró intensamente. Lo miré y me besó. Carlo, al tiempo, me acariciaba los senos. Llegamos pronto. Tomamos el ascensor y allí me besaron consecutivamente acariciando mi trasero y mis pechos. Llegamos a la habitación y casi sin cerrar la puerta empezaron a acariciarme con total fogosidad. Estuve desnuda en segundos. Luigi me empujó al sofá y me penetró de una estrujando mis senos y diciendo todo tipo de lisonjas de mi cuerpo. Me daba con fuerza, casi me rompía contra el mueble. Carlo observaba. Creo que me vine varias veces. Luego, me volteó y me sentó sobre él sin sacármelo. Me arqueó el cuerpo y miró a Carlo. Este se me cogió desde atrás acariciando mis senos y besándome el cuello. Bajó hasta mi culo y me lo chupó de manera increíble, me metió toda la lengua. Yo estaba enloquecida. De pronto, subió por toda mi espalda y me situó la verga entre las nalgas. Pensé que me iba a morir pero no podía ni pensar de lo excitada que me sentía. En un momento me lo empezó a meter por el ano. El dolor era horrible pero algo en mí deseaba locamente que me clavara. Lo hizo y los dos empezaron a cogerme al mismo ritmo. Sentía manos por todas partes y una delicia imposible de detallar. No cesaron un momento de follarme. Me pusieron en cuatro, me los pusieron a mamar, me chuparon por todas partes, se masturbaron con mis senos, me lo metieron uno a uno y los dos al tiempo turnándose sin dejarme tomar respiro. Me hicieron bailar, ...