1. e) Pensé que no volvería a verle


    Fecha: 05/06/2018, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... Ahora venía el calentamiento, para los gay no resultaba complicado y nuestras vergas pronto se encontraban erectas, para Roberto y Zacarías no resultaba tan fácil y tenía que ayudarlos masajeándoles las pollas, le pedí a Zacarías que se acercara y poder llegar con mi mano a su verga. Alguno necesitaba la ayuda de las pastillas que Santi repartía, eran los mensos, yo y mis compañeros pasivos conocíamos muy bien como elevarles la libido y ponerlos cachondos para que sus pollas estuvieran en forma para entrarnos, eso era parte de nuestro trabajo también, tenerlos calientes y que sus erecciones no se perdieran. Guillermo nos miraba desde un extremo, de pie para ver bien el gran plató natural hasta que pensó que todo estaba como quería e hizo un gesto al cámara acuático para que se sumergiera, debía recoger escenas bajo el agua, también miró que los otros dos operarios de las cámaras fijas y la móvil estaban preparados. -Empezamos chicos, a lo vuestro. Roberto comenzó tirando de mis sobacos y me giró dejando su polla al alcance de mi boca, estaba decidido, de alguna manera sabíamos que sería él quien mandara durante el tiempo que durara el rodaje. Miré su verga con deseo y Zacarías la sujetó azotándome con ella en los labios, incitándome a que sacara la lengua, le retiré la mano para hacerme cargo de ella y la masturbé varias veces hasta que comenzó a humedecerse y la lamí goloso pasando la lengua por su dura y roja cabecita. Ya he dicho que el pene de Roberto no algo del otro ...
    ... mundo en tamaño, y que suple con su dureza y la curvatura hacia su ombligo, de todas formas me encanta más dentro del culo que en la boca aunque sepa deliciosa. Mi otro compañero había empezado a besarme la espalda pasando la punta de los dedos por ella, logrando que me estremeciera y dejara salir un hondo lamento, llegó a mis nalgas para apartarlas abriéndome las piernas y colocó la punta del pene sobre mi culo haciendo que sintiera el calor y su dureza, me golpeó la entrada haciendo notar a mi ano lo que recibiría cuando el quisiera. Sus juegos hacían que me excitara y metía hasta el fondo de la garganta el pene de Roberto, que me acariciaba la nuca y tiraba suavemente de mis orejas en una caricia sutil y delicada, para que supiera que debía moverme y darle placer a la verga. El primer contacto de la lengua de Zacarías en mi ano me hizo agitar las caderas ansioso de más; ni cuenta me daba de que teníamos una cámara encima de nosotros grabando el detalle de mi mamada. Teníamos que parar o nos correríamos antes de tiempo, yo al menos estaba a punto sintiéndome follado por la lengua que me hurgaba el ano. Miré a Roberto para advertirle y dejé de chuparle la polla. Se levantaron los dos y me sujetaron por los hombros y los pies para llevarme al borde de la piscina, balancearme y tirarme en el agua entre risas de todos. Los tres, en el agua, jugamos a subirnos unos sobre los otros, sabiendo que la cámara recogía nuestros juegos nos tocábamos los penes y uno y otro me la metían ...
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