La flor que me robé
Fecha: 06/06/2018,
Categorías:
Gays
Fetichismo
Autor: Hunter, Fuente: CuentoRelatos
... largos, negros que surgían entre su mano mientras se sobaba. Realmente no estaba pajeandose, solo se acariciaba fascinado mientras en la TV se veían dos rubias y un negro cogiendo como animales. Esa noche me hice la paja mil veces recordando como meneaba el culo, como se abría de piernas mientra s nadaba y como se le marcaba la raja de las nalguitas y la verga en el calzoncillito mojado. Vi el videito que le grabé hasta que los huevos se me secaron. Entré en el baño y ví que había puesto a secar el calzoncillito negro, me lo puse en la cara y cuando aspiré ese aroma a culito joven casi me desmayo del placer. Al día siguiente lo llevé de nuevo a su casa. Ahora ya tenía un plan para comerme esa florecita. En la siguiente visita, más o menos tres semanas después, le pregunté si había tenido sexo con alguna amiguita. Muy apenado me dijo que no, que nada de nada. Comencé a tocar temas sexuales, hablándole de todo lo que se me ocurría para tantearlo y sentir su reacción. Estaba apenado pero yo lo que quería era que se fuera soltando, que me echara algun cuento calientito. En el camino me detuve y compré una botella de ginebra y varias latas de gin tonic. Le dije que íbamos a preparar un traguito bien rico. Apenas llegamos a la casa nos tiramos a la piscina. El inocentemente se acostó sobre una colchoneta inflable, dejandome a la vista el par de nalguitas bajo su calzoncillito mojado. Cada vez que chapaleaba yo veía esas nalgas meneandose y me ponía a mil. Me fui a la cocina y le ...
... serví un trago flojo, casi aguado, con un par de gotitas de algo que llevaba para esa ocasión. Solo un parcito. No quería noquearlo. Nos bañamos, el seguía chapaleando, salía tomaba y yo lo veía cada vez más intensamente. Luego le serví otro trago más fuerte y vi como lo tomaba de casi dos golpes. Se notaba que no sabía tomar licor. Al rato me le fui acercando dentro de la piscina y le pregunto que si le gustaba bañarse ahi, de noche. Claro que si me contestó, riendo. Ya para esas alturas se sospechaba algo. Cada vez que me le acercaba se echaba para atras o buscaba una esquinita dentro del agua, como si me estuviera rehuyendo. Cuando salimos de la piscina se quedó con la toalla enrollada a la cintura solamente. Volví a servirle otro trago con un par de gotitas de mi magia. :). En ese momento nos sentamos en la sala y "accidentalmente" dejé un canal porno. Ninguno de los dos dijo nada. En la oscuridad de la sala, solo con la luz de la TV podía ver como su bulto iba creciendo. En un momento me le acerqué y el no reaccionó. Se quedó tranquilito viendo hacia el frente. Yo puse mis manos sobre sus hombros y comencé a acariciarlo lentamente, muy lentamente. Me puse crema humectante y le pase las palmas calientes sobre su espalda fría, apretando y masajeando su pecho y bajé a su abdomen. Él sólo miraba la TV fijamente. Luego bajé mis manos hasta su ombligo y le metí la mano bajo la toalla, tocando, tanteando, masajeando. Le agarré la pinga sin verla y baje hasta sus huevos. Podía ...