1. Ishtar: (II: La aprendiz)


    Fecha: 07/06/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... vagina, introdujo sus dedos en mi vagina, moviéndolo en vaivén, luego introdujo otro, los movía adentro y afuera, en círculos, o por toda la extensión de mi raja, mientras me hablaba y decía que me iba a enterrar hasta reventarme, que me iba hacer gozar como una perra y otras lindezas, mientras me preguntaba si me gustaba. Si... si... me gusta, sigue..sigue...ah...aahh, gemía sin darme cuenta. Me ordenó que bajase al piso del auto, sentándose él y me ordenó que lo pajease. Libere su polla sin pensarlo y pude verla, dura, era de unos veinte centímetros, recorrida por venas azulosas y coronada en un glande fino en principio y que crecía hasta juntarse con un tronco grueso; la recorría entera con mis manos en un suave vaivén mientras él afirmaba mi cabeza, -chupala- me dijo y forzando mi cabeza la dirigió hacia ella, toque su glande y pude sentir la reacción de su cuerpo y el palpitar de su verga en mi mano, el sabor salado dulzón no me disgustó, siguiendo sus instrucciones comencé a lamer su polla en toda su extensión, subía y bajaba por ella, acariciaba su glande con mi lengua, lo pajeaba con mi mano, cuando de pronto el empujó mi cabeza introduciendo su verga en mi boca y me mantuvo ahí, me libero un poco y volvió a empujar, con voz entrecortada me dijo -chupa perra-. No pude resistirme, sentirme dominada de aquella forma, viéndolo gozar y resoplar como un animal La chupaba, la enrollaba con mi lengua, sacaba la polla para mirarlo y volver a comérmela, subía y bajaba por su ...
    ... polla mientras lo pajeaba, hasta que sin pensarlo me la introduje hasta los huevos provocándome arcadas, pero volvía a la carga. Podía escuchar sus jadeos e insultos: Puta...chupa perra...cométela toda...chupa...chupa...te voy a reventar. Yo comencé sin darme cuenta a hablar igual, si... soy tu puta...damela toda...te guata como gozo como una perra...si...si, párteme el culo...comete mi concha... De pronto se tensó y un líquido viscoso llenó mi boca, el cual trague, saboreándolo con mi lengua. Pasaron los días y todos eran iguales, me daba siempre el mismo tratamiento, en su auto, en mi casa, en la suya, donde fuera me agarraba el culo y prometía partírmelo; el sólo escucharlo me excitaba. Una noche me llevó a un mirador marino alejado de la ciudad, reclinó mi asiento y comenzó a chuparme las tetas, los chupaba, los lamía, apretaba mi diminuto pezón con sus labios, los estrujaba y apretaba, los mordía, mientras iba diciéndome como gozaba, esto gatilló mi primer orgasmo, entonces fui yo la que pedí que apretase mis tetas, mas fuerte le dije, cómetelas, te gusta, te gusta tu zorra pregunte, sigue...sigue..., sentía palpitar mi vientre pegado a su polla y un líquido correr por mi rajita empapando mis bragas, casi desfallecí. Todavía sin recuperarme levantó mis piernas, sacó mis bragas y levantó mi falda de cuero comenzando a masturbarme con unos de sus dedos: -que conchita tan rica, quieres más- me dijo. Si...si...pajeame...sigue... te gusta mi zorra. Movía sus dedos adentro y ...