Confidencias 25 David me folla borracho
Fecha: 08/06/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... dolor. -Ya no volverá a pasar mi amor, lo siento, ya estoy dentro, soy tu dueño vida mía, me aprieta tu rico culito. No sentía nada, solamente su peso cuando se dejaba caer sobre mi pecho y sus palabras sin ilación alguna en mis oídos. Percibía los movimientos de mi cuerpo movido de un lado a otro, como una pesadilla, un sueño con tormenta incluida. Me tomo por delante, me dio la vuelta y me penetro por atrás, y de costado. El viento de su aliento resoplaba en mis oídos. -¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Ahhh! Mi linda hembra. Por instinto llevé mis manos a su espalda para estrecharle contra mí y acariciarle los lomos mientras se vaciaba convulsionando su cuerpo. Luego la nada, el silencio. ------------------------------------ No podía mantener los ojos abiertos y la luz me cegaba, la cabeza me daba vueltas. Intente incorporarme y caía de nuevo sobre la cama. Sentía un regusto agrio en la boca, necesitaba beber agua. Me giré y encontré el cuerpo de un hombre tendido a mi lado, estaba tumbado boca abajo y parecía estar muerto, no se movía ni respiraba. Fui recordando la noche hasta donde podía hacer memoria. Aunque no le veía la cara ahora sabía que era David quien estaba junto a mí. Era diferente el verlo vestido a como estaba ahora, tenía unas espaldas impresionantes, anchas y musculosas con un cuello fuerte donde la nuca parecía pequeña, no estaba muerto porque se le movía la cintura al tomar y expeler aire. Sus nalgas altivas y gordas sobresalían al mirarlas en el horizonte como dos lunas ...
... apareciendo sobre el mar. Alargué la mano para colocarla en su cintura y le moví. -David, ayúdame a levantarme. Movió el cuerpo y abrió la boca bostezando. -¿Qué prisa tienes bebé? -Me duele la cabeza y tengo la boca seca, necesito ir al aseo. Saltó de la cama y al moverla creí que estaba en un barco con la mar revuelta. Se inclinó y me cogió, parecía que no le costaba esfuerzo alguno. Me abracé a su cuello y comenzó a caminar conmigo en ese estado lamentable. Temblaba además de gozar recibiendo el agua helada de la ducha. -Déjame un cepillo para limpiarme la boca. -Tenemos que ir al baño de mi habitación y estarán tu primo y Alberto, pero ya es hora de que se levanten. La habitación estaba vacía con la ropa de la cama revuelta, de alguna manera ellos ya se habían marchado. Tuve que lavarme la boca con su cepillo. -David, ¿qué sucedió anoche? Habíamos ido a la casa de sus padres, no se apreciaba que hacia unas horas hubiera habido una fiesta con gran número de invitados, y solamente estaban algunas personas ultimando los detalles para que resultara impecable la visión de los salones. Los colores le subieron a la cara. -Bebimos demasiado. Tímidamente levantó la mirada. -Hicimos el amor…, follamos…, te violé… Le costaba confesarse y le suponía un gran esfuerzo cada palabra que salía de su boca. No tenía palabras que decirle, no podía enjuiciar su actuación. -Llévame a mi casa, tengo que cambiarme de ropa. David se quedó a comer con Pablo y conmigo en el comedor pequeño, servidos ...