Recuerdos de Sandra - Segunda Parte
Fecha: 09/06/2018,
Categorías:
Zoofilia
Autor: strayxsuperfan, Fuente: SexoSinTabues
... las cantimploras. El alivio que sintió le hizo gritar gravemente un "aaahhh" y se abandonó al contacto pleno de la lengua de su mascota en sus labios inferiores. Bajó sus calzones hasta casi alcanzar la rodilla y abrió sus piernas todo lo que le fue posible en esa posición, que ahora era recargada contra un árbol. Pasaron poco menos de tres minutos antes de llegar a un orgasmo que no alcanzó a gritar y se quedó en un pujido que se ahogo en su pecho. Se acarició los senos subiéndose la playera, lo que le arrancó el otro audífono. Saco una pierna de las prendas inferiores y la pasó por arriba de Gandalf, en un movimiento que aún no sabía que sería tan común en su futuro. Luego puso ambas manos en el árbol, empujando la cabeza del perro con el culo desnudo mientras alejaba el cuerpo de su soporte vegetal y se agachaba. La posición le permitió al can hurgar mejor, lo que hizo que ella tuviera un segundo orgasmo rápidamente. El movimiento hizo girar las cantimploras, que ahora colgaban debajo de su barriga, pero tampoco se las quitó. El macho estaba en su punto y se balanceaba mirando a ambos lados de ella buscando subir una pata para empezar a montarla. Mientras ella movía su cadera en círculos para poder restregar sus cuatro dedos en el clásico movimiento masturbatorio en V, lo que de paso hizo desistir a Gandalf por medio segundo de la cópula, volviendo meter el morro dentro de sus sudorosas nalgas. Pero eso no duraría demasiado. Desde que olió la fertilidad de Sandra en su ...
... orina ella dejó de ser su ama y compañera, para volverse una perra, un pedazo de carne disponible, una fuente de placer en potencia. Sandra y su novio llegaron casi a tiempo a la reunión. César no hizo preguntas por la ropa diferente, ni por que tuvo que esperar a que La Nena sacara la camioneta, mientras esperaba en la esquina de la calle de enfrente por que Gandalf estaba en el patio frontal. Tampoco le molestaron las evasivas cuando le preguntó amorosamente por que caminada como si se hubiera torcido un tobillo, porque sus amigos pensaron que era por el alcohol. Pero si se molestó cuando al final no quiso ir a su casa a sacarle las ganas acumuladas de un mes. La cena estuvo bien. Incluso Magda le llamó y se prometieron una cerveza. Solo pidió un vino para acompañar la carne y no se emborrachó como otras veces. Tenía que despedirse de todos con el pretexto del viaje que haría en la mañana pero, sobretodo, para evitar la intimidad con su novio. Evidentemente Sandra no permitía que él viera cómo había terminado después de que su perro le pasara por encima. Además, necesitaba un poco de tiempo para recuperarse antes de tener sexo de nuevo. Terminaron peleando por otra cosa, como lo hacen todas las parejas. Pero en el fondo ella sabía que el motivo era otro. No estaba segura qué era, pero si que César no tenía que ver con su molestia. Llegó a casa aún un poco enojada y al ver a Gandalf entendió en parte la razón. A pesar de lo salvaje que su mascota podría ser, adoraba revolcarse ...