1. El vicio oculto de Silvia: El mail


    Fecha: 10/06/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: solotulosabes, Fuente: RelatosEróticos

    ... facilidad, mi vagina esta húmeda y caliente, y me encanta. La yema de mis dedos se desliza por mi vagina lentamente, pero aumentando la velocidad y la fuerza según crecía mí excitación. Me gusta tocarme cuando estoy húmeda, incluso soy un poco pervertida. En alguna ocasión en el trabajo, disimuladamente cogía el bolígrafo de un compañero, me iba al cuarto de baño y me lo metía, lo volvía a dejar sobre su mesa. Después, esperaba pacientemente a que se lo metieran en la boca, cuando lo hacía un escalofrío recorría mi columna, pensar que mis empleados estaban probando los flujos de mi coñito sin que ellos lo supiesen hizo que en alguna ocasión tuviese que cambiarme de bragas. Separe levemente los labios, ahora dos dedos acariciaban mi vagina, buscado su entrada, me introduje el dedo índice hasta el nudillo, lo metí muy lentamente y con suavidad y lo moví en mi interior, notaba la rugosidad del interior de mí vagina en mis dedos, me gustaba aquella sensación, imaginaba tu polla venosa dentro de mí, así pase buen rato pasando de un dedo a tres. La postura no era muy cómoda sentada en el silla de mi despacho, pero en vez de molestarme, esa incomodidad me excitaba todavía más, si cabe, ya que te imaginaba follándome en algún cuarto de baño, en el coche o en algún lugar que no fuese una cómoda cama. Un flujo tibio y pegajoso chorreaban entre mis dedos, me costaba silenciar mis ...
    ... gemidos, aunque el dormitorio estaba lejos del despacho, temía que mi marido se despertase. Seguí con introduciendo rítmicamente mis dedos unos minutos, cuando note que estaba demasiado dilatada, los saque y recorrí raja hasta que encontré el punto que buscaba, justo en la parte de arriba, donde mis caricias adquirieron una sensación nueva. Jugué con mi clítoris, lo empapé de mis flujos a base de movimientos circulares con la yema de mis dedos, a veces volvía a introducirlos en mí coño; para volver al poco tiempo a mi clítoris que ya estaba duro, hinchado y muy sensible. Quería correrme así que mis dedos aceleraron el ritmo y la presión, mi mente voló, se inundó de las imágenes de tu polla corriéndose, el recuerdo de tu chorro de leche saliendo de tu polla hizo que explotase en un orgasmo silencioso pero bestial, me mordí el labio mientras mis espasmos se prolongaron durante un tiempo. Al abrir los ojos y ver mis bragas sobre el teclado un espasmo de morbo recorrió mi cuerpo, me sentía bien. Como puedes ver me inspiraste tuve que ir al baño a secarme tenía los muslos empapados, mi marido sigue durmiendo en cama, al pasar lo vi, si supiera lo que acabo de hacer no sé cómo reaccionaría. Cada día que pasa me vuelvo más caliente y morbosa. El sexo por el sexo, la búsqueda del placer no me hace sentir culpable, me hacen sentir viva. Mañana estaré sobre las 1 conectada, ¿jugamos? 
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