Obedezco, así soy feliz (II)
Fecha: 10/06/2018,
Categorías:
BDSM
Sexo con Maduras
Sexo en Grupo
Autor: carmen_garc, Fuente: xHamster
... agradecimiento a sus cuidados. Inés también los prueba, le gusta como están. Con un rápido movimiento engancha en ellos sendas pinzas. Me duele y no puedo evitar un gemido. Une una cadena a las pinzas y la engancha a uno de los colgadores y la tensa. Observó en silencio el claro mensaje, para mantener mis pezones intactos tendré que estar quieta, muy quieta. Sonreís. Inés me desata las manos. Mis pezones aseguran mi inmovilidad. Los tres me observáis, parece que os gusta lo que veis. Se acercan a ti y os abrazáis y os besáis. Los besos están llenos de lujuria y humedad, esa humedad que yo he probado en otras ocasiones y que significa una fuente de vida para mi. Me observáis mientras os desnudáis unos a otros. Vuestros cuerpos son perfectos, evoco mi cuerpo en el espejo y un sentimiento de vergüenza se apodera de mi. Sin embargo sé que mi cuerpo te proporciona un placer que ningún otro cuerpo es capaz de dar, esto hace que me sienta de nuevo orgullosa de ser tuya.Os acariciáis, vuestras caricias transmiten sensualidad, pasión. Vuestras lenguas se unen en un torbellino de lujuria. Tus manos recorren sus pechos, sus vientres, sus cuellos, tu lengua explora cada centímetro de sus cuerpos dejando tras de si un brillante rastro de humedad. Mi piel se eriza como si fuera ella la receptora de tus atenciones. No puedo remediarlo. Mis dedos buscan mi cueva. He rendirme a la sensualidad que vuestros cuerpos despliegan para mi. Vuestros cuerpos se han fundido en uno solo que llena el ...
... espacio de jadeos. Bocas, manos, lenguas recorren cada pliegue de la piel, todos los sentidos están alerta y juegan. La vista de los cuerpos, el tacto de las pieles, el gusto de los sexos, el olor de mujer y de hombre invade la estancia, los gemidos indican el buen hacer. Su única misión es elevar mi excitación. No puedo apartar la vista. Los cuatro constituimos un cuerpo destinado al placer.Claudia se levanta y se acerca. Toma mi mano y se la mete en la boca saboreando mis jugos. Siento su lengua jugando con mis dedos, buscando cualquier resto de mi sabor. Se acerca a la mesa y toma un consolador que lleva una ventosa al final. Lo fija en el suelo entre mis piernas. Suelta las cadenas que sujetan mis pezones al techo.- Ponte en cuclillas y métete la cabeza del consolador.Lo hago, sólo he metido la cabeza. Deseo dejarme caer, sentir toda la herramienta dentro de mi. Ha vuelto a sujetar la cadena al techo y la ha tensado. Mis pezones están tirantes, el dolor me invade.Inés se ha arrodillado entre tus piernas. Ha tomado posesión de ti, pero tu mirada no se aparta de mi. Es ella quien ha dado cobijo en su boca a tu polla pero soy yo la que saborea tu piel y tú lo sabes. Tu arma dura, grande, poderosa, se desliza entre sus labios pero yo siento que son los míos, que es mi lengua la que recorre su tronco, soy yo la que siente tu poder. Retiras su cabeza. Inés se gira y me mira con superioridad, ella cree que te ha saboreado, pero tú y yo sabemos que no ha sido así. Claudia se sitúa a ...