1. Mari Carmen, una madre muy ardiente. 3.


    Fecha: 13/06/2018, Categorías: Incesto Autor: hagen2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... tela del traje, la pone extrañamente caliente. -Ooohh…que comida tan…bueeenaa…- jadea casi Mari Carmen, intentando que no se note mucho que está cachonda. Pablo, por su parte, decide poner la guinda y se saca la polla de pantalón. Luego, toca a su madre ligeramente con el hombro y le enseña la polla. -¡Dios, que grande es!- exclama Mari Carmen, de pronto, extasiada al contemplar aquel poderoso y grueso miembro masculino. -¿El qué es grande?- pregunta Pili. Mari Carmen se vuelve hacia ella. Durante un instante casi piensa en contestar: ¡La polla de tu hermano, Pili, eso es grande! Pero recapacita y da con una respuesta intrascendente: -La comida, es demasiado para mí…creo que voy a dejarlo ya…- -Si, tienes razón- concede Pablo- También me levanto. -Bueno, pues parece que ya hemos acabado- dice Pili. Mari Carmen, rápidamente, se sube las bragas y se levanta de la mesa. Pili aprovecha para tener una buena visión de las jugosas tetas de su madre cuando ésta se inclina hacia delante para levantarse. Pablo se levanta también y Pili, cachonda, mojada, contempla el voluminoso y henchido paquete de su hermano, aunque no se extraña, achacando tal erección al hecho de que hace muy poco que se estaba masturbando. -Me…me voy a ver la tele, ya saben, esa película que tanto me gusta…- dice Pili. Mari Carmen y Pablo asienten. -Yo me quedaré en la cocina y ayudaré a mamá…no te preocupes, disfruta de tu serie favorita, ya sabes que a nosotros no nos gusta esa película. - le dice Pablo. Pili ...
    ... sonríe forzadamente y se va al salón, que no queda muy lejos. Enciende la tele y se tumba sobre el sofá. La joven se siente cachonda y con ganas de masturbarse. Sube el volumen del televisor, se baja las bragas y empieza a acariciarse el coño, mientras echa miradas temerosas hacia atrás, temiendo ser descubierta. A la vez, su mente inventa eróticas fantasías en las que aparecen su madre y su hermano, ambos desnudos, y empieza a excitarse de verdad. -¿Qué…qué haces?- pregunta Mari Carmen, hipnotizada por el enorme y duro miembro viril que su hijo acaba de sacarse de los pantalones. - Te dije que ya no más…no más…ya sabes…se acabó… La asustada madre retrocede hacia atrás, hacia la mesa de la cocina, mientras Pablo avanza, con la lujuria en la mirada y la polla en la mano. El chico, mientras avanza, no deja de admirar la belleza del jugoso cuerpo de su madre, con aquellas grandes tetas casi al aire, su largo y lacio pelo negro ondulante, sus ojos brillantes de deseo y sus fuertes y atractivas piernas desnudas. -No, Pablo, no…otra vez, no…- susurra Mari Carmen, en voz muy baja, temiendo que Pili, virtualmente a dos pasos, los pueda oír. Pablo no teme nada de eso. Al contrario. Se baja los pantalones y, desnudo de cintura para abajo, sigue avanzando despacio, blandiendo su potente polla como arma temible. Al fin, llega a dónde se encuentra su madre. Se abalanza en silencio sobre ella, le saca las tetas de debajo del traje y empieza a manosearlas. Pablo está demasiado excitado como ...
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