Rosalba: Un viaje de placer con mi primo
Fecha: 13/06/2018,
Categorías:
Incesto
Hetero
Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos
... nuevo la fiesta en el festival. Llegamos, más que “alegres” al hotel, subimos al elevador y nos encaminamos rumbo a la habitación, casi a mitad del primer pasillo, se escuchaban los gemidos de una pareja, que por lo que se oía, se la estaban pasando de lo más rico, la curiosidad y el morbo, nos llevó a quedarnos pegados a la puerta, sabíamos que a esa hora, nadie se iba a dar cuenta de eso. Oyendo e imaginando lo que pasaba ahí dentro, empecé a sentirme verdaderamente excitada y por lo que noté en mi primo, el también empezaba a animarse, por lo que le pedí a Antonio, siguiéramos caminando rumbo a la habitación. Al llegar, inmediatamente me metí al baño, para cambiarme y aprovechar para bajarme la calentura del momento. Cuando salí, mi primo ya estaba acostado en la cama más pequeña y me había dejado para mi la cama matrimonial, al darle las buenas noches, noté que su abrazo pedía que me acercara más a él, y no soltaba mi brazo, es más, me jalaba hacia él, fue un momento difícil, no les voy a negar que mi primo, era un forro de hombre, guapo y con un cuerpo de campeonato, ya en algunas ocasiones había sido el estímulo de algunas de mis fantasías, pero en ese momento no creí buena idea hacer realidad aquellos sueños, así que, como pude me zafé y me metí bajo las cobijas de mi cama. No había terminado de hacerlo, cuando se empezaron a escuchar gemidos y gritos de la habitación contigua, nuestros vecinos también estaban gozando la noche, sus suspiros eran alucinantes, no había ...
... forma de no alucinar con ellos, volteé a ver a mi primo y solamente pudimos sonreírnos seductoramente, en minutos, yo estaba totalmente encendida, sin darme cuenta y a pesar de saber que estaba Antonio en la cama de junto, empecé a darme una buena sobada en mis partes íntimas, que en ese momento ya estaban totalmente húmedas, gire la cabeza para observar a mi primo y vi con sorpresa, que había aventado las cobijas a un lado y totalmente desnudo, estaba observándome fijamente y sobando su viril miembro. No podía más, lo llame y le dije que se acostara conmigo, que necesitaba su verga dentro, pues estaba sumamente caliente, no termine de decirlo, cuando ya estaba parado junto a mí, más tarde en desnudarme, que el en meterse a la cama y aun antes de acomodarme siquiera, inserto su herramienta dentro de mi húmeda vagina, que para entonces no pedía, exigía tener un palo adentro. Fue maravilloso, una apoteosis de placer, jamás pensé, que Antonio, tuviera ese pedazo de tronco caliente, capaz de enardecerme al límite, que entraba y salía de mi cuerpo una tras otra vez y en cada una de esas intrusiones, me llevaba a la cúspide de mi excitación. Si los vecinos nos habían sorprendido con sus gritos, seguro ahora, mis gemidos y mis suplicas a Antonio, para que cada vez metiera con más fuerza y profundidad, aquella verga que me llenaba del todo, los tendría atentos a la culminación de nuestro acto. Pero aquel toro que tenía encima, tenía otros planes, por más que me encajaba aquel fierro, ...