1. Satisfaciendo las fantasías de mi marido


    Fecha: 14/06/2018, Categorías: Sexo en Grupo Voyerismo Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos

    ... que así. Era un sitio que me gustaba mucho, por eso lo elegiría, era un lugar de tapas de diseño, la pega que había mucho niño de papá y me venía la imagen quitándome el trench. Lo mismo alguno se pasaba más de la cuenta y me empecé a preocupar, aunque acabe tranquilizándome porque era un sitio que ante cualquier tontería les echarían. Fuimos al hotel que solemos ir habitualmente, dejamos el equipaje de mano y nos fuimos. Al entrar al restaurante ya me puse roja. Estaba más lleno que nunca. Había parejas, grupos de chicos solos y de chicas también. Vi una mesa vacía y supuse que sería la nuestra como así fue. Pasamos desapercibidos prácticamente, allí cada cual está a lo suyo. Tan nerviosa estaba, que me senté y lo que hice fue desabotonar el trench, pero sin quitármelo, para que no se me viera nada y Juan me dijo que me lo quitara, no entendía porque me lo había dejado puesto, tanto insistió que me dije a mi misma, él lo ha querido. Me levante y me lo quite dejándolo en el asiento libre que había y donde había dejado el bolso. Me hizo mucha gracia la cara de Juan, me miraba a mí, miraba para los lados, sabía que le había sorprendido, eso hizo que yo me alegrara. Me senté y se acercó diciéndome que ni eligiendo el, la ropa lo podía haber hecho mejor. Era un vestido color pistacho. Con parte de la tripa al aire, con unas cintas anchas cruzadas por la espalda y por delante, el pecho bien recogido, sin que se pudiera ver nada, pero con un escote muy singular. Y la parte de la ...
    ... falda que era bien corta, estaba totalmente ajustada a mi cuerpo. Juan me llego a preguntar si llevaba algo debajo, mi única contestación era que lo tenía que descubrir el. Me empezó a describir algunas miradas de los allí presentes, me lo narraba de tal manera que me excitaba. Igual que cuando vino el camarero que Juan cuando se fue me decía que había estado más mirando mis tetas que otra cosa, me hice la tonta, pero me había dado cuenta. Como también me daba cuenta de la mesa que quedaba prácticamente frente a mí, en al que había tres chicos jóvenes, sentados de tal manera que solo uno me pudo ver, ya que los otros dos quedaban de espaldas, algo se dijeron que uno cambio de sitio y ahora tenía a dos de frente. Hice como si no me hubiera dado cuenta del movimiento. Juan se había lanzado más y fue subiendo el tono de sus comentarios, sabiendo que eso me ponía a mil. Llegándome a insinuar de ir a otro sitio a tomar la copa y como le leí sus pensamientos le dije un rotundo no. Los chicos que eran monos, por lo menos los dos que veía, no dejaban de mirarme con descaro y sobre todo uno que me miraba intensamente hasta que me veía obligada a retirar mi mirada, me incomodaba y me excitaba, de vez en cuando yo miraba, no lo podía evitar, era superior a mis fuerzas. Juan se dio cuenta y me pregunto que miraba constantemente y le dije que había unos chicos a su espalda que no dejaban de mirar. Juan disimuladamente y con la excusa de pedirle una cosa al camarero que acaba de pasar, se ...
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