1. Mi cachonda madre


    Fecha: 28/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... inmenso vientre. Mi cuerpo se estremecía de gusto con la primera eyaculación y mientras ella pasaba su mano por mi derramada leche y se la llevaba a la boca, me dijo:-esto solo acaba de empezar. Mientras seguíamos dándonos lenguetazos por todas partes ella empezó a masajearme el pecho, y con sus dedos empezó a juguetear con mis pezones, hasta que comenzó a rascarlos con sus uñas, a estirármelos y a mordermelos. Puse mis dedos en su encharcado coño y con mis manos chorreando sus jugos yo tambien empecé a jugar con sus tetitas. -Me vuelven loco tus pequeños pechos, mamá, es tan excitante tu enorme cuerpo ese par de jugosas manzanas. -le dije mientras le masajeaba los pezones. -tu si que me vuelves loca, hijo, no pares de jugar con mis pezones, me haces correr de gusto, cabronazo. Yo, no paraba de morderlos, chuparlos, y rascarlos con mis uñas y entonces ella bajó una de sus manos para empezar a masajearme las nalgas. estaba absolutamente excitado y empecé a masturbarla frenéticamente. En ese momento mi ...
    ... madre se llevó sus dedo índice a la boca y tras sacarlo totalmente mojado de su saliva, me lo metió en el culo. lancé un gemido de dolor, pero pronto se convirtió en placer, mientras mamá iba moviendo su dedo por mi ano. -Te gusta verdad, ¿tu mamá te está dando gustito cariño? -no pares madre, creo que voy a correrme y me gustaría hacerlo en tus tetas -no, prefiero que te corras en mi boca, tengo tantas ganas de comerme la polla de mi niño. -Tus deseos son órdenes, mamá. Le metí mi verga en la boca y empezó a chuparla como estoy seguro solo una madre puede hacerlo. El amor y el deseo se juntaban en ese acto y en ese momento exploté. mamá tragó toda mi leche manteniendo mi polla en su boca hasta que mis espasmos se calmaron y entonces con sus labios aún relucientes de semen nos dimos un morreo largo cálido y sensual mientras nuestras manos seguían acariciando nuestros cuerpos. Todavía unidos por ese beso nos levantamos y fuimos a su cama, para pegar nuestro primer polvo. pero eso ya os lo contaré otro día. 
«123»