1. Confesiones del Padre Arturo: El Campamento 3


    Fecha: 16/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Padrearturo3, Fuente: SexoSinTabues

    ... correrme en la boquita de Katy. - Ohhhh!!! …Muy bien. ¡Katy… eso… bébelo todo mi vida…! Así serás una niña sana y fuerte…. Jejej…- le decía al mismo tiempo que Katy me miraba con mi verga en su boquita. Mi miembro se mantenía erecto con ganas de seguir gozando a esa niña. - Padre… ahora a mi…- se levanta Anita. - Tendrás que esperar tu turno. - respondo mientras levantaba a Katy y la llevaba a la cama. - Acuérdate que debemos “instruir” a Katy para que entienda como se debe “alabar” a Dios adecuadamente. Anita obedece aunque al voltear logro distinguir un gesto de incomodidad en su rostro. Sin embargo se apresura a subir también a la cama para que junto a Katy pasemos una noche inolvidable para los tres. …………………………………… Y así fueron pasando esos gloriosos días del campamento, entrenando cada noche a Katy en el acto de “alabanza” junto a mi fiel Anita. Fueron tantos recuerdos hermosos que guardé en videos y fotos aunque sobre todo en mi corazón. Debo decir que después de ese campamento sabía que las cosas no serían las mismas y que por fin tendría una niña devota con la que satisfacerme si no tuviera tiempo para Anita. Llego el día final del campamento, esa misma tarde saldríamos de regreso hacia nuestros hogares. Después de alistar casi todas las cosas en los buses de retorno dispusimos que podrían dar una última vuelta al campamento aquellos grupos que así lo quisieran. Sin embargo yo dejé a mi grupo que recorriera el campamento como quisiera sin mi supervisión. Había ...
    ... amanecido muy cansado por tanto esfuerzo. Deseaba tener un día de paz y descansar aunque fuera el ultimo día y como nadie lo notaría los deje ir con Rodrigo supervisando todo. Sobre mi cama leía uno de mis autores favoritos con ligero interés esperando quizás que pudiera llegar el sueño. Me dormí y al despertarme y observar mi reloj había pasado una hora desde que los había dejado ir, me sentía algo perezoso, aun no era hora de llamarlos y no sabía qué hacer. Opte por intentar seguir durmiendo pero decidí antes ir por un poco de agua. Cuando iba de regreso a mi habitación se me antoja pasar un rato por el patio para admirar la naturaleza. Paseaba mi vista al cruzar el patio cuando de repente mi mirada se detiene en una niña de cabello castaño que estaba sentada sobre la banca. - Anita…- la llamo mientras me acerco. - Padre…- me contesta ella levantando su vista del libro. Su respuesta expresa neutralidad ya que sabe que el patio estaba expuesto y la había instruido para que ahí actuáramos de manera normal. - ¿Porque no fuiste junto a los demás? ¿No sentías ganas de recorrer el campamento por última vez?- pregunto sentándome a su costado. - No. Padre. - contesta Anita con simpleza mientras continúa la lectura. - Ya veo. - respondo observando el libro que leía. Era uno de los que le había obsequiado, uno que expresaba la reflexión de un sacerdote sobre cada parte de la Biblia. Era un libro medianamente largo y trataba en extensión cada tema. Obviamente no era algo que a un niño o niña ...