Pan Tostado
Fecha: 17/06/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues
La historia de un marica Relato ficticio, pero verosimil En el barrio todos sabían que Daniel era marica, palabra fuerte para un chico de 10 años. Pero claro, el pobre no lo podía disimular, sus gestos, sus meneos de cadera, su forma de sonreir, eran los de una mina. La madre, Rosa, una morocha laburadora como pocas, lo tenía asumido, su padre, un borracho perdido, en sus delirios de vino barato vociferaba "putooo!, me salió puto el nene, puto me salió!". Su hermanita Lucy era un solcito hermoso y alegre y la eterna compañera de juegos de Daniel. Sus dos hermanos, gemelos, dos tremendos mocetones grandotes, forzudos y con cara de malos. Familia oscura, una familia de "cabezas" en un barrio de clase media baja, bien baja, de blancos inmigrantes italianos, gallegos y polacos. Por eso, por su piel trigueña oscura, se habían ganado los apodos. Los gemelos, Mario y Jorge, eran "los mellizos berenjena" y Danielito, un poco más claro, había recibido el apelativo de "pan tostado", que como era muy largo había quedado en el sugestivo apócope de "Panty". Los cuatro hermanos eran muy queridos en el barrio y, salvo para algún imbécil de los que nunca faltan, Panty era uno más entre los pibes del barrio. Además, los mellizos habían siempre dejado bien claro que el que le ponía un dedo encima a Panty, se las iba a tener que ver con ellos, y la verdad, los berenjena daban miedo. Cuando Panty llegó a la pubertad, como a todo putito le empezó a cosquillear el culito, sus amigos dejaron de ...
... ser simplemente nenes y, como todos nosotros, comenzó a mirar braguetas. Los mellizos discutieron el tema largamente. Lucy era intocable, y al que osara hacerse el loco con la hermana le rompían la jeta. Pero Panty, puto o no puto, era hombre y los hombres cogen. Entonces cuando notaron que Juan cada vez era más amigo de Panty y un tiempo después otro de los púberes de la barra también comenzó a acercarse más a Panty, se hicieron los boludos y dejaron que se cogieran al hermano. Panty era feliz y discretamente creció en su sexualidad, algunos o mejor dicho varios de sus amigos debutaron en su culito y hasta hubo alguna velada discusión entre un par de chicos que "enamorados" querían a Panty en exclusiva. Panty no era promiscuo, pero la libertad y protección en que se había desarrollado su sexualidad hacían que viera con naturalidad satisfacer el deseo de sus amigos y disfrutar con ello. Pero el imbécil estaba. Ricardo, pedante, machista, idiota, resentido. Para Ricardo, Panty era un "marica de mierda" al que había que cagar a palo para sacarle el gusto por la pija, era un "degenerado". Desde la vez que los berenjena le llenaron la cara de dedos y le dijeron que se cuidara de tocar a su hermano, se había vuelto precavido, pero cada vez que se cruzaba con Panty murmuraba "ya te voy a agarrar, putito, ya vas a ver lo que se hace con los maricas como vos". Ricardo, apenas llegó a la mayoría de edad, se metió en la cana. Andar con uniforme y pistola al cinto lo hacían sentir un ...