1. El capataz y el señorito 2


    Fecha: 17/06/2018, Categorías: Dominación Autor: dante1802, Fuente: SexoSinTabues

    ... frente a su madre, pues podía sospechar algo provocándole algún malestar mayor a su delicada salud. Pero qué podía hacer. Madre: por favor hijo, atiende a Bruno y hazte cargo de la Hacienda, no quiero más preocupaciones. Ricardo solo pudo asentir y vio cómo su madre salía de la habitación. El capataz cerró la puerta y con una sonrisa maliciosa volteó a ver a Ricardo que lo miraba lleno de terror… Bruno se abalanzó sobre Ricardo que intentó correr pero el capataz lo sujetó fuertemente acercándolo a su cuerpo. Bruno: esta noche volverás a ser mío chiquito… Ricardo: por favor suéltame no me hagas más daño… Bruno comenzó a masajear las nalgas de Ricardo y dijo: no te voy hacer ningún daño al contrario lo vas a disfrutar más que ayer… Ricardo intentaba zafarse del agarre del capataz pero este era demasiado fuerte. Y sin esperar más besó al rubio apasionadamente, quien comenzó a sentir en su entrepierna la erección del capataz. Ricardo forcejeó y empujó a Bruno pero éste lo tomó por la espalda y le amenazó: si gritas tu madre se va enterar y tú no quieres que ella se muera verdad. El rubio entendió que no tenía escapatoria por lo que solo sintió como el capataz lo arrojó a la cama violentamente. Bruno se quitó la camisa de cuadros, se desabrochó el cinturón, se quitó las botas y dejó caer su pantalón quedando solo en bóxers donde ya se mostraba una gran erección. Con miedo, Ricardo sintió como Bruno se le echó encima, el capataz comenzó arrancar las prendas de ropa al rubio hasta ...
    ... dejarlo completamente desnudo… Lleno de vergüenza, Ricardo cerró sus ojos para no ver como el perverso capataz lo miraba morbosamente. Bruno estrujó el cuerpo de Ricardo salvajemente y dijo: abre los ojos quiero que me mires cuando esté dentro de ti… Ricardo tuvo que abrir sus ojos y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. Vio como el capataz se quitaba la última prenda mostrando su enorme verga, la cual le había hecho tanto daño la noche anterior. ese enorme miembro que le había robado su virginidad. Bruno separó las piernas de Ricardo y pudo ver como la entrada del rubio seguía enrojecida. El capataz sonrío y dijo: no te preocupes, no te dolerá tanto porque tu culo ya tiene mi horma. Y sin esperar más, Bruno enterró su verga en el culo del señorito que tuvo que morderse los labios para no gritar, sólo se aferró a las sábanas mientras sentía que el capataz se adentraba en él. La verga de Bruno entraba en el recto de Ricardo con mayor facilidad que la otra noche, a pesar de la dimensión de la boa de carne que se introducía por el estrecho orificio. Bruno gozaba con la sensación de introducirse en el señorito que solo hacía muecas de dolor, poco a poco metía su espada en la más ajustada funda hasta que sus huevos chocaron con las nalgas del rubio. Bruno lo tenía empalado nuevamente. Bruno: ya lo ves, eres mi mujer otra vez y ahora en tu cama me entregas el culo, este será nuestro lecho de amor. El capataz lamió al señorito y sin dar mayor tregua sacó su verga solo para ...
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