1. Cógelo


    Fecha: 17/06/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: bargan, Fuente: RelatosEróticos

    ... “boxers”. Lidia se levantó de la hamaca fastidiada. Una estúpida avispa merodeaba cerca de ella cuando estaba bebiendo un trago del refresco, asustándola y cayendo parte del mismo sobre su bañador. Decidió subir a cambiarse rápidamente sin recoger nada más, así que se dirigió hacia el apartamento. Abrió la puerta con la llave mientras ya se iba soltando los tirantes del bañador para ganar tiempo: había dejado todas sus cosas en la piscina y quería regresar lo antes posible. Dejó caer la prenda quedando totalmente desnuda y se encaminó al dormitorio en busca de otro bañador pasando por el saloncito. Se quedó absolutamente petrificada cuando vio al hombre de la ducha tumbado en su sofá. No pudo siquiera reaccionar tapando su desnudez; sus ojos no podían apartarse de los abdominales del intruso, aunque si pudo percatarse del desmesurado bulto que crecía preso por la tela de los boxers… Y es que David, a su vez, también se quedó muy sorprendido, pues al oír la puerta pensó que Jorge ya había regresado, y lo que vio fue a una mujer absolutamente desnuda frente a él. No pronunció palabra alguna; su única reacción fue la considerable erección que experimentó el pene con el que la naturaleza le había dotado. Y así pareció que el tiempo se detuvo hasta que ambos se sobresaltaron al escuchar a Jorge hablar tras ellos: -“vaya, veo que ya os conocéis…” La aparición de su marido hizo reaccionar a Lidia, que tras una mirada de pánico corrió hacia el baño cerrando la puerta tras de sí. - ...
    ... “¡Pero es que me da mucha vergüenza, me ha visto totalmente desnuda!” –contestó Lidia. - “¿Pero tú te has fijado bien?, Bueno, qué tontería, ya me di cuenta de que sí…” –afirmó Jorge tras su pregunta- “David es un castigador, las tiene a todas locas, habrá visto a miles de mujeres desnudas. No sé qué problema tienes con que nos haya invitado a ir al concierto de esta noche. El hombre está agradecido por haberlo atendido tras su caída; nos sentamos un rato, tomamos una copa y nos volvemos si tú quieres.” –intentó convencerla Jorge. - “Jorge, de verdad, ve tú si quieres. Yo prefiero quedarme en casa esperándote, es muy violento para mí…¡¡Por favor, no me hagas ir!!” –casi suplicó Lidia. - “De acuerdo” –aceptó Jorge- “Te disculparé, aunque creo que sabrá por qué no has querido ir. Intentaré no llegar demasiado tarde, ya sabes…” –sonrió a su mujer guiñándole un ojo con complicidad. - “Gracias, cariño”- respondió Lidia con una sonrisa; se acercó a su marido para darle un cálido abrazo susurrándole –“Te estaré esperando…” Lidia se dispuso a acomodarse en el sofá del saloncito, y decidió servirse una copa de vino y encender el portátil de su marido para navegar un rato. Mientras accedía a su página de “Facebook”, volvió a su memoria la embarazosa situación acontecida en la mañana, y sin darse cuenta se ruborizó. Sentía una extraña sensación en la que se mezclaban por igual la vergüenza y la excitación, pues no podía por menos que recordar el esculpido cuerpo de David y la reacción de ...
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