Cógelo
Fecha: 17/06/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: bargan, Fuente: RelatosEróticos
... noche a su mujer a algunas terrazas que ofrecían música en directo, algo que a ambos les encantaba; además, podría mejorar su tenis acudiendo a las clases que se impartían en la propia urbanización. Por otro lado, Lidia disfrutaba enormemente de la piscina y de sus templadas aguas, de los ratos que pasaría con un buen libro tumbada sobre una hamaca a la sombra de algún sauce rodeada del frescor del césped, y también de alguna que otra cerveza helada y un aperitivo en la compañía de su marido.-“¡Lidia, me voy a comprar el periódico y luego a clase de tenis!” –gritó Jorge desde la puerta de la calle.-“¡Vale, estaré en la piscina!” –contestó ella desde el baño mientras se ajustaba uno de sus nuevos bañadores ante el espejo. Llevaban varios días de vacaciones en los que ya se habían adaptado a la nueva rutina. Jorge se había inscrito un año más a las clases de tenis que se impartían en el complejo, y ella bajaba a la piscina hasta que su marido regresaba. Comían en algún restaurante tras tomar un aperitivo, después siesta, paseo por la playa en la tarde y cena y concierto por la noche aderezado por unas cuantas copas, no muchas, pues regresaban a su estancia donde hacían el amor apasionadamente.Una vez dio la aprobación a su aspecto, Lidia cogió su bolso, el libro que estaba leyendo, un refresco del frigorífico y salió hacia los jardines que rodeaban la piscina buscando una sombra acogedora. Se tumbó en una hamaca cerca de una de las duchas, y tras colocar la toalla, se ...
... tumbó cómodamente. Abrió el bote y procedió a continuar con la lectura cuando el ruido de la ducha le llamó la atención. Un hombre que acababa de salir de la piscina se duchaba con energía, y Lidia, tras echarle un vistazo de arriba a abajo, se sorprendió a sí misma admirando sus trabajados pectorales y abdominales.-“Vaya pedazo de hombre” –pensó.-“Qué músculos, y encima es atractivo…”Y siguió observando cómo una vez terminó, tomó una toalla y una bolsa de tenis y salió de la piscina camino de las canchas.Se sonrió mientras se imaginaba diciéndole a su marido: -“quiero a éste”.-“Jorge, devuélveme con globos defensivos mis smatchs”- gritó David desde el otro lado de la pista mientras golpeaba la bola con fuerza. Jorge devolvió la misma siguiendo las instrucciones de su monitor, y cuando éste iba a golpearla de nuevo, retrocedió un par de pasos con tan mala suerte que pisó otra bola descarriada torciéndose el tobillo, cayendo a la tierra batida con estrépito. Un grito de dolor advirtió a Jorge de que no se trataba de un mero incidente, así que corrió rápidamente a atender a David. Lo ayudó a incorporarse y ambos comprobaron que apenas podía apoyar su pie izquierdo. Se dirigieron fuera de la pista hacia unos bancos, y tras hacer que David se sentara le examinó el pie con detenimiento.-“Parece que es sólo una fuerte torcedura, Hay que poner hielo lo antes posible” –afirmó Jorge.-“Pues en el botiquín no hay hielo, me temo” –contestó David con evidentes signos de dolor.-“Vamos a mi ...