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Amor de verano (parte 1)
Fecha: 28/06/2018, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues
... más?- lo volvió a repetir y sentí que mi pene estaba despertando. -Ouh.- sonreí sonrojado.- A lo mejor tu quieres repetir. Ariel no se negó y mi mano hizo contacto con su paquete. Su bañador estaba completamente abultado y pude notar algo cilíndrico y duro bajo el. Automáticamente mi pene terminó de endurecerse. Su rostro de excitación me encendió y se hundió en el agua para ocultarse de la vista de los demás: lo seguí. Abajo, nos besamos y nos tocamos los bultos en un intento desesperado de aliviar nuestra calentura. Luego comenzó a nadar en dirección al bosque y fui con él: ambos estábamos listos para lo siguiente. El bosque estaba lo suficientemente lejos para que no se vieran nuestras evidentes erecciones. Nos fuimos a nuestro lugar que estaba oculto de todas las miradas indiscretas y rodeado de arbustos. Se sentó y yo lo hice en sus piernas, de esta manera quedamos de frente y pudimos besarnos. Su verga punzaba bajo su bañador y la podía sentir en mi culo intentando atravesar la tela. Pronto, su ahora dorada piel, fue calentándose al igual que la mía. Nuestros cuerpos comenzaban a secarse debido al calor que hacía y a la temperatura de nuestros cuerpos que cada vez iba aumentando más. Descendí dando pequeños besos en sus pectorales y vientre, hasta que llegué hasta el glorioso paquete. Sin aguantarme la tentación, se lo bajé y dejé libre a un blanco y delicioso pene. En su pubis había una bien cuidada mata de pelos negros y rizados, que contrastaba con el blanco de su ...
... piel (la que no fue tostada por el sol). Medía unos 17cm y de un grosor idóneo. Su glande tenía un color rojizo que invitaba a mamar por horas. Sus testículos lampiños, estaban recogidos debido al frío del agua y la piel que los recubría era ligeramente morena. Sus vellos púbicos todavía estaba húmedos y a medida que el tiempo transcurría se iban secando. Ariel me miraba expectante, y no quise hacerlo esperar, así que tomé su pene por la base y lo engullí. Sufrí una arcada cuando su glande chocó con mi úvula: era mi primer pene y tenía que aprender. Después de un rato, descubrí que era muy fácil y que me agradaba bastante tener algo que chupar. Las piernas de Ariel estaban tensas y notaba cuando hacía algo bien porque sus deditos se les retorcían. Cuando me percaté que estaba al borde del orgasmo, me detuve y comencé a lamerle los testículos, hasta que colgaron y se mostraron tal cual eran. De pronto se levantó y casi me saca un ojo con ese movimiento. De reojo alcancé a ver como su duro culo se contrajo con el esfuerzo que hizo al levantarse. Me tiró de espaldas y se arrodilló entre mis piernas. Comenzó a besarme y fue descendiendo tal y como yo lo hice. Se relamió cuando vio mis 17 centímetros de color canela, con un glande rosado y un gordo par de testículos que estaban recubiertos por una delicada capa de vellos. Él era igual de inexperto que yo, por lo que también se le notó el nerviosismo. Abrió su bella boca y de a poco fue desapareciendo mi mástil dentro de ella. Me ...