La mejor proposición de mi marido
Fecha: 29/06/2018,
Categorías:
Intercambios
Confesiones
Autor: mariabv, Fuente: CuentoRelatos
Desde que me casé hace ya más de veinte años he tenido un comportamiento conservador en el sexo, a mis dieciséis años, antes de conocer al que hoy es mi marido, tuve lo que se podría decir mi primer novio, ya que con él estuve más de lo que estuve con anteriores chicos, fue algo más de medio año, él era tres años mayor que yo y como era normal en esa edad continuamente me estaba pidiendo que hiciésemos el amor, cosa que yo siempre le negaba, era de las que pensaba que para hacerlo antes debía estar segura que él iba a ser el hombre de mi vida, y aunque deseaba que por fin un hombre me desvirgase no le dejé jamás que me penetrase, eso sí, para que dejase de darme la lata casi todos los días que nos veíamos a solas le hacía una mamada y en un par de ocasiones dejé que él lamiera mi chochito, cosa que me encantó; él me dejó por una amiga mía que no tuvo como yo tantos remilgos para follar. Al mes de dejarme el que fue mi primer novio conocí a Juan, el que hasta hoy es mi marido, la primera noche que salimos junto al resto de nuestros amigos fuimos a un bar de copas donde nos dimos nuestros primeros besos, esa misma noches, justo antes de pedírmelo me preguntó si yo antes me había acostado con algún otro, yo le dije la verdad, que nunca, me pidió que lo hiciera con él por primera vez y yo le dije que sí, que lo haría, no quería que otro tío me dejara por mojigata, y mucho menos este que me gustaba muchísimo. Juan era un tanto morboso, me preguntó qué tipo de cosas había hecho ...
... con mis anteriores novios, yo le conté que a algunos de mis anteriores ligues les había hecho alguna que otra mamada, y también le conté las lamidas en el chochito que me había hecho el último, A Juan se le encendían los ojos mientras yo le contaba aquello, el muy morboso se puso a preguntarme todo tipo de detalles, si me había gustado todo aquello, el tamaño de las pollas que yo había mamado y más cosas que le producían curiosidad, naturalmente yo le dije que no fuese tan morboso y que me daba vergüenza contarle todo aquello. Ya llevábamos veinticinco años casados y dos hijos, la monotonía a veces nos había pesado y en algunas épocas hacíamos el amor de una forma mecánica y sin demasiada pasión, en todos esos años jamás le fui infiel a mi marido aunque de vez en cuando nacía dentro de mí el deseo de follar con otros hombres distintos de mi marido; aunque en toda mi vida había metido en mi boca cinco pollas distintas sólo me había penetrado el sexo mi marido. A veces me imaginaba como uno o más hombres me follaban y hacían de mí un cuerpo con el que saciarse la sed de sexo, fantaseaba con que me penetraban a la vez por todos mis orificios, hasta por el culo, sitio por el que jamás permití que me la metiera Juan. Aunque mi marido muchas veces me había preguntado sobre mis fantasías sexuales yo jamás le quise contar nada de esas fantasías y deseos que rondaban por mi cabeza. Un día al abrir mi cuenta de correo electrónico encontré un mail en el que se me pedía colaboración para ...