La mejor proposición de mi marido
Fecha: 29/06/2018,
Categorías:
Intercambios
Confesiones
Autor: mariabv, Fuente: CuentoRelatos
... lo que estábamos haciendo, pero al ver que mi marido era el que abría los anuncios o perfiles de esos hombres esa vergüenza se me fue disipando, “¿te gusta que los busquemos bien dotados o te da igual?”, me preguntó, yo me debí poner colorada al decirle que ya puestos que sí, que me gustaría que estuviesen bien dotados, porque tras decírselo Juan me dijo “tranquila, no te cortes, se te han subido los colores”, le dije a mi marido que, ya que íbamos a hacer eso me gustaría que fuese un tipo bastante alto y fuerte. Mi marido reparó en un anuncio que decía: “Corneador 48 años, dotado, atractivo, delgado y alto (190 cm.), bien dotado (20 cm.). Para cornudos, me traes a tu esposa y me la follo, si quieres delante de ti”, junto al texto aparecía una foto con el primer plano de una polla espectacular por lo grande y por lo dura que debía estar. “Te gustaría que contactásemos con este, es alto, muy bien dotado y es muy directo, parece que lo tiene bien claro”, “bueno, lo dejo a tu elección” le contesté yo. Juan llamó al teléfono que ponía en el anuncio poniendo el altavoz para que yo oyese toda la conversación, al tercer tono contestó, mi marido le contó que éramos un matrimonio de cuarenta y seis y cuarentaicinco años, que era la primera vez que hacíamos esto, el tipo preguntó cómo era yo, Juan me describió: “45 años, delgada con muy buenas tetas y de 160 de estatura”, también le dijo que yo era muy atractiva. Alberto, que era como dijo llamarse el “corneador” nos dijo que si ...
... podíamos vernos en una hora y que tras conocernos decidiésemos si seguíamos adelante, a lo que Juan contestó que sin problemas. Nos citamos cerca de su casa, en la puerta de una cafetería bastante conocida. Cuando llegamos a la cafetería Alberto aún no se encontraba allí, al cabo de dos minutos le vimos aparecer por la esquina, Juan me dijo: “debe ser ese que viene por ahí”, y acertó, se acercó a nosotros con una sonrisa amplia, verdaderamente era bastante atractivo. Estrechó la mano de mi marido y a mí me dio dos besos en las mejillas, “¿queréis tomaros algo y hablamos?, o si lo tenéis claro ya ¿preferís que nos vayamos a mi casa que está aquí al lado?”, la verdad es que era muy directo, Juan me dijo “¿qué te parece, si quieres ¿nos dejamos de rodeos y vamos a su casa?, yo asentí con la cabeza sin decir palabra alguna, me encontraba tremendamente excitada viendo como mi marido iba a entregarme a otro hombre para contemplar cómo me follaba. No comprendía cómo mi esposo iba a entregarme a un hombre bastante más alto, fuerte y dotado que él para que me follase, yo me pondría tremendamente celosa si supiese que mi marido iba a acostarse con otra mujer, y más aún si supiese que esa mujer estaba tremendamente buena. Subimos a su piso y nada más entrar me trincó apretándome fuertemente el culo y nos dijo que nos pusiésemos cómodos señalándonos el sofá, él se quitó el jersey mientras decía “chica, tú y yo podemos ir quitándonos la ropa, creo que le vamos a dar un buen espectáculo a tu ...