Helena y una secretaria vengativa
Fecha: 29/06/2018,
Categorías:
Anal
Lesbianas
Sexo con Maduras
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Helena y una secretaria vengativaHelena recibió una llamada de Juliana, la secretaria de Jorge, invitándonos a ambas para visitarla el sábado siguiente a su casa; de paso, conoceríamos a su pareja.“Seguramente va a drogarnos y sodomizarnos, como lo haría una buena perra” le dije y Helena se rio a carcajadas, contestando que no parecía ser una pendeja vengativa.El sábado por la tarde estábamos allí, las dos bien seriecitas pero vestidas de manera muy sexy, polleras cortas y tacos bien altos. Juliana nos recibió con una gran sonrisa y nos besó apasionadamente a ambas, logrando que Helena la tomara por la cintura y le acariciara el culo con las dos manos. “Pónganse cómodas, Silvina ya viene” dijo. Un rato después llegó Silvina, mucho más bonita y caliente de lo que se veía en las fotos.Nos besó en ambas mejillas y se sentó a mi lado, acariciándome las rodillas y muslos. Juliana sirvió unos tragos con unos bocaditos salados y nos pusimos a conversar. Mi amiga le preguntó si había puesto algún somnífero en las bebidas para adormecernos y dominarnos, pero entonces Silvina salió en su defensa, diciendo que ése no era su estilo.Apenas terminé de escuchar eso, cuando sentí que mi cabeza comenzaba a dar vueltas, el vaso se deslizó de mi mano y caí casi sin sentido hacia un costado.Cuando recuperé el conocimiento pude sentir que estaba desnuda de la cintura a los pies, boca abajo con la frente apoyada en un edredón suave, una venda sobre los ojos, mis cabellos tirantes como si ...
... estuvieran sujetos en una cola, los tobillos atados con cuerdas hacia afuera, lo que me mantenía con las rodillas separadas y mis antebrazos maniatados a mis pantorrillas. Me sentía totalmente expuesta.Una fuerte palmada en mis nalgas me volvió a la realidad, mientras la seductora voz de Silvina sonaba en mis oídos entre algunos ruidos que retumbaban en mi cabeza.“Parece que la perra pelirroja por fin se despertó, claro, la muy glotona comió más bocaditos que la rubiecita” Era eso, la comida con somnífero en vez de las bebidas.Me dieron otro par de palmadas sobre mi culo, mientras podía oír la suave respiración y algunos jadeos conocidos de Helena, cuya cabeza estaba frente a mí, muy cerca. Era evidente que ya le estaban haciendo algo, porque sus gemidos eran de puro placer.“Esa perra es para mí; te dejo que te encargues de Helenita” reconocí la voz de Juliana. Casi enseguida sentí un par de dedos abriéndome los labios vaginales y una suave lengua entrando a mi concha, buscando mi clítoris. La sensación fue increíble, casi me hizo acabar en un par de minutos… esta pendeja realmente sabía lamer y besar muy, muy bien.Tuve dos orgasmos casi consecutivos y después Juliana comenzó a pasarme la lengua por mi estrecho culito. Luego fueron dos dedos… hasta que me hizo acabar otra vez de tanta calentura. Sentía mis jugos corriendo entre mis piernas abiertas.Mientras tanto, Helena también había gritado como una verdadera perra en manos de la seductora Silvina, señal de que también había ...