Helena y una secretaria vengativa
Fecha: 29/06/2018,
Categorías:
Anal
Lesbianas
Sexo con Maduras
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... disfrutado esta especie de violación. Después de escuchar nuestros tres orgasmos, las dos se detuvieron al mismo tiempo y Juliana anunció: “Tranquilas señoras, todo esto solamente fue una entrada, ahora viene el plato principal”.Nos dejaron en la misma posición, con la cola para arriba y descansando la cabeza sobre las sábanas. Un rato después se oyó el timbre de la puerta y casi enseguida voces masculinas.“Pasen chicos” dijo Juliana “A Sergio le toca Helenita, ya que le gusta la pija bien grande y dura” “Para Charlie tengo a Anita, que es muy perra pero parece tener la cola virgen”.Helena abrió la boca para protestar, ya que no quería coger con un pendejo, pero enseguida dejó escapar un grito desgarrador, señal de que Sergio ya se la estaba metiendo. “Por el culo no, hijo de puta, me vas a dejar caliente!!” aulló mi amiga.Charlie parecía más lento, ya que se tomó su tiempo para desnudarse y ubicarse a mis espaldas. Sentí unas fuertes manos que me recorrían todo el cuerpo con suavidad, disfrutando cada centímetro de mi piel.Una enorme verga se apoyó contra mis dilatados labios vaginales, mientras me susurraban al oído “Qué te parece mi pija, te gustaría que te la enterrara en esa cola hermosa?”.Antes de que pudiera contestar sentí algo enorme que comenzaba a empujar contra mi ano, intentando abrirse paso. Por suerte Juliana me lo había dejado bastante dilatado con sus dedos, así que a este pendejo no le resultó difícil meterme su voluminoso glande en apenas un solo ...
... movimiento. De todas maneras sentí un poco de dolor y lo expresé con un agudo chillido. Las dos pendejas se rieron, comentando que las pijas de sus amigos nos iban a encantar. Charlie se quedó quieto unos instantes, mientras mi estrecho ano se adaptaba a su enorme cosa. Luego sentí un líquido lubricante corriendo entre mis nalgas y finalmente el pibe se abalanzó con todo su peso hacia adelante, enterrándose hasta el fondo de mi cuerpo.Siempre tuve sexo anal con Victor, lo cual nos produce gran placer a ambos, pero este chico comenzó a taladrarme el culo como si fuera una máquina, sin parar, sin piedad, sin hacer caso a mis gritos de dolor y mi pedido de que no fuera tan brusco. Así estuvo un rato largo, entrando y saliendo, me tiraba del pelo atado, me provocaba un intenso dolor; sentía que mi culo ardía por la fricción de su verga y él seguía igual.Cerca de mí podía oír los jadeos y aullidos de Helena, que evidentemente estaba disfrutando también de una buena cogida anal. Sergio le decía “putita linda, te gusta cómo te estoy cogiendo?” Y mi amiga por supuesto gritaba que le gustaba, que la cogiera más fuerte todavía, que le rompiera bien el culo. Parece que todo eso lo excitó bastante a Sergio, que acabó rápido, pero quedó satisfecho, porque salió de la habitación diciendo “Qué buen culo tiene esta mina, es muy puta”.Charlie mientras seguía dándome bien duro, sentía su verga bien erecta que parecía incansable; me tenía apretada por las caderas con sus manos y llevaba mi culo al ...