Por fin me cogi a mi alumna
Fecha: 04/07/2018,
Categorías:
Jóvenes
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Trabajo en una secundaria y soy un hombre maduro que durante mis primeros años y hasta hace muy poco, nunca sentí necesidad de meterme con jovencitas, primero por fidelidad a mi esposa y además soy consciente del riesgo que implica, incluso la posibilidad de perder el trabajo por iniciar a muchachitas, por más ricas que estén. De hecho he tenido compañeros que se han vuelto unos viciosos en cogerse alumnas incluso de doce años y me he mantenido lejos de eso pero es que Dayana; ustedes la vieran: es una morenita tan deliciosa; sobresalen su cabello negro azabache muy lacio y bien cuidado, una carita linda y juguetona que invita a besarla y a hacerle un buen bukkake, piel canela y un culo grande, redondo y delicioso que no pasa desapercibido, ya que afortunadamente en mi colegio las chicas tienen preferencia a usar pantalones, en su mayoría todos ajustaditos que dejan bien claro cómo está la cosa y Dayanita es de lo más deliciosa de hecho ya me puse duro con sólo describirla. Siempre me sonríe y saluda, tanto a la entrada como a la salida de la clase. Las dos primeras veces, no le di importancia que se quedara de última precisamente la lección del lunes, que es la última del día pero la tercera vez la escuché que murmuraba con su amiga quien le preguntó si pasó algo y pude escuchar que dijo algo así como: �Nada; quizás sea gay�. Así que las siguientes lecciones me dediqué más a atender sus consultas en clase o indicarle yo mismo cómo realizar alguna actividad o ejercicio. ...
... Tomé confianza y llegamos poco a poco a hablarnos con cierta propiedad, no digamos que compinches porque en verdad soy muy viejo pero sí con cierta afinidad que afortunadamente no resultó tan descarada ni sospechosa para el resto del grupo. Un día, sin duda deliberadamente, dejó el maletín de educación física y además entreabierto, de modo que pudieran notarse unas braguitas turquesa muy delicaditas y sensuales. Guardé el bulto en un mueble bajo llave pero me llevé las braguitas para pajearme oliéndolas en casa. Hace más de un año me divorcié; supongo que esa es otra causa por la cual me animé a acercármele a Dayana, mi deliciosa alumna de lunes y viernes. Esa noche busqué fotos suyas en la red social y me acosté con el ordenador para darme una gran pajeada como nunca en años; fue realmente delicioso. -Profe. ¿Ayer dejé mi bolso de educación física aquí? -Sí. Espera; voy a traerlo. La niña no esperó; se vino detrás como si vigilara que todo estuviera bien. -Yo lo cerré. Lo habías dejado abierto y pude ver algo que había dentro. -¿Ah, sí? ¿Y qué cosa era? -Mmmmmm� algo muy bonito; no voy a decir más. -Anda, no seas malo. Dime qué era. -Algo color turquesa. Se sonrió con picadía y pude notar cierto rubor en sus suaves mejillas. -Y� ¿de verdad te pareció bonito? -Por supuesto. -¿Te gustó? -Claro, bebé. Acaricié su cabello mientras bajaba su mirada y yo empezaba a ponerme duro. Hubo un silencio prolongado, hasta que empezaron a llegar los alumnos de la primera clase. -Bueno. Que ...