1. Un terceto en nuestra propia cama


    Fecha: 04/07/2018, Categorías: Anal Fetichismo Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... piernas.“Parece que alguien lo está pasando muy bien esta noche, no te parece?” Me dijo.Asentí distraídamente con la cabeza, mientras mi cerebro trataba de identificar los sonidos ahora no tan apagados, para saber en qué etapa de la cogida estaban.De repente Gabriela se levantó y caminó felinamente hacia mí. Se levantó un poco la falda, dejándome ver que no llevaba ropa interior. Pasó una pierna a cada lado de mi cuerpo y se inclinó para desabrocharme el cinturón y luego bajarme los pantalones hasta las rodillas.Entonces se agachó directamente sobre mi verga durísima y comenzó a frotar sus labios vaginales contra ella, moviéndose hacia atrás y adelante.Se apoyó con sus manos sobre mis hombros y cerró los ojos susurrando:“Nosotros también podemos divertirnos un poco, mientras tanto”El roce contra su concha ya me estaba provocando un orgasmo violento en seco, me parecía que no iba a poder acabar sobre esos labios tan lubricados.De repente, Gabriela se levantó apenas y entonces sentí que tomaba mi verga y se empalaba en ella hasta el fondo de su cálida vagina, embistiendo cada vez con más intensidad contra mi pelvis. Se inclinó sobre mi cuerpo, ahogando sus leves suspiros y gemidos contra mi oído…Apenas un par de minutos después sentí que el calor subía desde mi verga y estallé en un orgasmo descontrolado, aullando de placer, sin importarme nada, ni siquiera que el turro del mecánico se enterara de que me estaba cogiendo a su mujer. Pero en la cocina continuaban los gemidos de ...
    ... Ana, cada vez más intensos.Gabriela dejó de moverse y abrió los ojos, sonrió sensualmente y me susurró al oído que todavía ella no había terminado, pidiéndome que fuéramos al dormitorio.Cuando la llevé a la cama se puso en cuatro patas, dejándome ver su concha depilada, la vulva bien inflamada por el roce de nuestros cuerpos, los labios externos bien abiertos y chorreando mi semen; una vista espectacular.Me ubiqué detrás de ella entre sus espectaculares piernas y comencé a frotar mi dura verga entre sus enrojecidos y húmedos labios; la lubriqué bien con la leche desbordante y entonces amagué con metérsela por el culo.Pero ella me detuvo, diciendo que su culo le pertenecía solamente a Ricardo.“Otra más” mascullé con bronca para mis adentros y con esa misma furia la embestí con todo, penetrando en un solo embate su concha hasta el fondo, haciendo que diera un alarido de dolor.Comencé a bombearla con un buen ritmo, sintiendo crecer mi poronga adentro suyo, a la vez que sus jugos la lubricaban y facilitaban el movimiento del mete saca.Ella se movía felinamente, respondiendo con sus caderas a mis embates, provocándome oleadas de placer mientras la cogía de esa manera tan salvaje...En pocos minutos alcanzó el orgasmo, enterrando la cabeza en una almohada para ahogar los gritos delirantes que daba. Quise salirme pero me retuvo por la cadera con sus manos, moviéndose muy despacio hacia adelante y atrás, prolongando un poco más su placer.Finalmente se echó hacia adelante y así quedó ...