La incertidumbre del bullicio
Fecha: 30/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: shizu, Fuente: SexoSinTabues
Ningún algoritmo, ninguna cita celebre, ningún pensante podría explicar las cosas que la vida trae. Todo es por algo. Tal cual como esa noche, que de sombras descubrí luces. ¿Les ha pasado que en todo momento de alguna época estival, les sucede algo que marca su vida? Es un poco cómico rayando lo filosófico cuando tangentes imaginarias se vuelven realidades de un momento absoluto. Es, no sé, agradable para despertar…siempre lo pienso. Voces eufóricas. Música a todo dar. Ambiente a tabaco y felicidad. Todo esto se vivía una noche de viernes en mi casa hace un poco tempo, cuando mis padres decidieron hacen una “pequeña” junta/celebración con algunos miembros cercanos de nuestra familia. A eso de las 20 pm empezó a llegar la gente. Mis primos, tíos, sobrinos. Bueh, ya sabes, todo el gentío multicolor que compone una familia. -Hola preciosa, mi amor mi sobrinita menor, la conchito preciosa –Mi tía Susana. Demostrativa a más no poder conmigo y mi hermano. -Hola tía, hola tío –Les saludo de un beso en la mejilla. -Oye pequeña, ¿tus papás? -me pregunta mi tío; un sujeto de facciones duras, algo corpulento y con una panza pequeña pero chistosa. -En el patio. Mi papá peleando por encender el carbón junto al tío Sergio y mi abuelo y mi mamá, bueh, ya sabes, parloteando de lo lindo y enterándose de las noticias rosas de la familia –Ambos rieron- Pero pasen, los están esperando. Ambas figuras traspasan el umbral y desaparecen por el pasillo adornado con fotos nuestras, recuerdos ...
... mágicos de momentos únicos que al mirarlas, creerías que son como cualquiera, pero para nosotros, son casi fantásticos. La noche seguía su curso. Los vasos se vaciaban más rápido de lo que se llenaban. El fulgor del alcohol se hacía notar en la gente; sus conversaciones eran mezcla de política, religión, humor de doble sentido, nostalgia del pasado y programas sobre extraterrestres. Mi padre eufórico por defender su punto de vista sobre las próximas elecciones. Mi madre, lo miraba y pequeñas muescas de sonrisas coquetas mientras le acariciaba la pierna. Los demás, ya se imaginan: hablando al punto de empezar a gritar, sus risas estruendosas. Era un ambiente único. Como veía que la noche era joven, decidí ir a fumarme un cigarro a mi habitación. Total, mi papá no lo notaría, por ende, no me reprocharía nada. Ya que el odia que a mi corta edad fume. Así que rauda subí mi habitación y abrí la ventana que daba hacia la calle. Las cortinas moradas las abrí de par en par para luego abrir sin miedo mi cajón y de allí, cual ladrón, abrir una cajetilla de 10 y sacar uno. Me sentía relajada. Sé que es un vicio maldito, pero, el posar aquel cigarrillo en mis labios, saborear la amargura del tabaco al momento de cerrar los ojos, me producían una especie de excitación única. Los gritos provenientes del fondo casi ni los sentía. El humo nacía entre mis labios para morir en el cielo de aquella tibia noche. La puerta de mi habitación se abre, dos personas entran, quedo helada por la sorpresa. Una ...