Incesto al amparo de la lluvia
Fecha: 05/07/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues
Ser el tío cuarentón en una familia a veces tiene sus ventajas, mas cuando en la familia hay indicios de herencia incestuosas. Este es el relato de una de mis muchas aventuras con mis sobrinas tiempo atrás. Como he contado antes, el incesto parece ser nuestro patrimonio. Sexo con mis hermanas, con mi madre, con mi padre, con mis primas, primos, tíos, suegros, cuñados. La verdad, que a veces asusta. El agua caía a torrenciales. Llovía desde hace más de media hora y todo pintaba a que seguiría lloviendo. Serían las cuatro de la tarde aunque parecía que ya entraba la noche. Más de alguna de mis hermanas se había puesto su suéter. – Hace frio – argumentaron -. Cada quien se entretenía en lo que podía, unas platicaban largamente en el cuarto con mama, otras se habían encerrado a chismosear en sus cuartos y porque no decirlo quizá alguna aprovechaba para echarse un polvo con su marido. Era lo bonito de vivir en una casa grande, de finca. De corredores grandes y rodeada de árboles. Un patio de considerable extensión separaba la casa de otra más pequeña que servía de cocina y para guardar leña. - ¿Y las chamacas? – pregunto mi prima quien había llegado a visitarnos -. Quizás preocupada por su hija, una chiquitita de 13 años, muy guapa, quien me recordaba a su madre de pequeña. - Han de estar en la cocina – le respondió una de mis hermanas – Efectivamente, ahí estaban. Pasaban el agua, porque llovía como si fuese otro diluvio universal. Mi prima le dijo que no fuera a salir, que se ...
... quedara ahí hasta que pase el agua. Que se abrigara o que se calentara, total estaban en la cocina. – Si - respondió su hija – Algo no me cuadraba. Esos encerrones de mis sobrinas casi siempre tenían como objetivo, tener sexo. Porque según deduje deberían estar las dos hijas de mis hermanas y de seguro mi sobrino. Eran unas calenturientas a pesar de tener 11 y 13 las hembras y el varón igual de 13, si lo sabría yo que tantas veces había disfrutado de sus jueguecitos sexuales. Incluso podría presumir que conmigo habían iniciado. A fin de disimular entre a mi cuarto e hice como dormiría un rato, pero solo entre por una algo para cubrirme y sin que se dieran cuenta en la casa grande me fui rumbo a la cocina, tratando de no hacer ruido me acerque y como no tenía puerta pude ver lo que ya imaginaba. La hija de mi prima y mi sobrina menor en cuclillas mamándole el pene a mi sobrino, la mayor estratégicamente colocado en el hueco de la ventana vigilando en dirección a la casa grande, eso sí, también dándose dedo como toda una putita. Hola – dije – ante la mayor cara de asombro y miedo que puede imaginarse en una niña de 13 años cuando la descubren con una verga en la boca. Mis sobrinos igual se quedaron congelados. - Sigan –les dije - Y sin dar tiempo a pensar camine hasta donde estaba mi sobrina Vanesa mi sobrina y le pregunte si necesitaba ayuda al tiempo que con una mano tocaba su vulva. Estaba mojada, lo que me decía cuan excitada estaba. Sutilmente me abrió sus piernas para ...