1. Solo una paja...


    Fecha: 07/07/2018, Categorías: Masturbación Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Mi amigo Gerardo se había divorciado recientemente y una noche Ana me sugirió que lo invitáramos a cenar a casa; diciéndome que ella se lo había cruzado por la calle y lo había visto muy deprimido y amargado.Después de una exquisita cena regada con buenos vinos, nos sentamos los tres a conversar en los sillones; para ver si entre Anita y yo podíamos levantarle un poco el ánimo.Hablando de todo un poco, Gerardo terminó confesando que, una de las cosas que peor llevaba era la abstinencia; ya que con su ex mujer, él siempre había hecho de todo en materia sexual, incluso intercambio y tríos.Ana intentó discutir con él, diciendo que nosotros nunca habíamos sentido esa necesidad, ya que nos llevábamos muy bien sexualmente…Pero Gerardo insistió, diciendo que eso debería ser algo normal y habitual.Finalmente terminó preguntándome, qué me parecería si se le antojara en ese momento pedirle a mi esposa que le hiciera una paja en mi presencia.Ana puso cara de sorprendida, pero yo sabía que eso la estaba empezando a excitar. Seguramente ya se estaba humedeciendo, ya que siempre me había dado indicios de que se sentía atraída por Gerardo.Era solamente una paja; algo casi mecánico… susurró Gerardo y se fue al jardín a fumar un cigarrillo, dejándonos solos a Ana y a mí para que pensáramos su propuesta…Ana me miró diciendo que ella no quería darle la razón a mi amigo y que una paja era realmente nada, comparándolo con un polvo…Eso confirmaba mis sospechas. Ana estaba caliente con Gerardo y ...
    ... ahora se le daba la oportunidad de hacer algo con él, aunque no fuera más que una paja. Yo estaba seguro que masturbar a otro hombre en mi presencia le provocaría una buena excitación.Ella dijo entonces que no se desnudaría ni se dejaría tocar por mi amigo. Solamente era una paja, con las manos…Mi esposa se acercó y me acarició la verga por encima de los pantalones. Sonrió al notar que ya estaba bastante dura. Me prometió que solamente lo tocaría de manera mecánica y que no lo desearía para nada…Hice que se arrodillara frente a mí. Saqué mi verga de su encierro y ella se la metió en su delicada boca. Ver sus labios rojos alrededor de mi pija endurecida me excitó sobremanera y pronto acabé dentro de su boca.Ana se levantó para ir al baño y yo me dirigí al jardín, a llamar a Gerardo.Cuando le dije que aceptábamos puso cara de no poder creerlo. Me siguió adentro de la casa, mientras escuchaba mis condiciones: él no tocaría a mi mujer, sacaría su verga al principio y la guardaría al final…Ana había atenuado un poco las luces y le indicó a Gerardo que se sentara en uno de los sillones. Ella se sentó a su lado y le ordenó que la sacara.Mi amigo obedeció y pronto su verga estaba expuesta a nuestra vista. No era excesivamente grande, pero tenía un tamaño más que aceptable.Mi mujercita acercó su mano derecha y la tomó entre sus dedos. Empezó a meneársela un poco con toda la mano, sobándosela bien para que se le acabara de poner dura, lo cual consiguió en un par de minutos. Luego la tomó ...
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