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La historia de Soraya
Fecha: 08/07/2018, Categorías: Confesiones Autor: Peli, Fuente: CuentoRelatos
... Capítulo 4: Pero hasta la fecha mi mayor suplicio y humillación ha sido cuando Don Luis decidió que debía “recompensar” a uno de sus mejores clientes con un regalo muy “especial”. Si, como ya supondrán ese “regalo” fui yo. Después de haber soportado su mirada lujuriosa durante toda la velada se me quedo el corazón en un puño cuando Don Luis le invito a subir a su habitación para tomar la tan manida “última copa”... y me obligo a mí a subir con ellos. Ya durante la cena sus ojos habían devorado centímetro a centímetro lo mucho que el generoso vestido me obligaba a lucir, y cuando me vi encerrada en el ascensor con aquel tipo algo gordito y cuarentón pensé que me iba a echar a llorar. Si me quedaba alguna esperanza acerca de mi inmediato porvenir Don Luis se encargó de disiparla cuando nada más entrar en su habitación puso un poco de música melódica en el equipo ambiental y me pidió que bailara con el mientras preparaba unas copas de la nevera que allí había. Reconozco que el tipo se comportó medianamente bien... hasta que Don Luis ocupo su lugar y poco menos que me desvistió mientras me besaba y metía mano por todos lados. La siguiente pieza que baile con el cliente no tuvo ya nada que ver con la primera. Sus manos estaban en todas partes menos en mi cintura y, cuando se convenció de que mi pasividad era completa, unió sus labios en el descubrimiento de mi cuerpo, besando todo aquello que no estaba manoseando. Lo cierto es que a esas alturas el alcohol había hecho ya ...
... bastante efecto en mí. No tanto como para justificar mi entrega, pero si lo suficiente como para que me dejara desnudar y meterme en la cama sin saber cuál de los dos se había encargado de ello. Aunque lo cierto es que eso no tenía la menor importancia pues, por primera vez en mi vida, iba a participar en un trío. Por suerte las copas hicieron una maravillosa labor... la de convertir aquella pesadilla en un alocado sueño del que recuerdo solo algunas cosas, otras las adivino y el resto se mezclan con la realidad hasta no saber de cierto si sucedió o me lo imagine. Recuerdo que ambos compartían mis pechos desnudos como buenos amigos, chupando, lamiendo y mordiendo según les apetecía, mientras uno de ellos apuñalaba mi intimidad con varios dedos (no sé cuántos). Cuando se cansaron de los aperitivos pasaron al plato fuerte. Don Luis se sentó a mi lado para que pudiera mamársela mientras su “invitado” subía encima de mi cuerpo, separando mis piernas al máximo para penetrarme a placer. Supongo que, como de costumbre, me tragaría todo lo que Don Luis me diera... pero no lo recuerdo... como tampoco recuerdo cuando acabo su amigo en mi interior. Después tomamos varias copas mientras ellos se recuperaban a base de manosearme de un modo muy grosero... y el resto de la noche es para mí un cóctel de imágenes sueltas. Recuerdo haber chupado el miembro a ambos en varias ocasiones... que me sodomizaron los dos, metiéndome algo enorme y durísimo en el conejito una de las veces... que los dos lo ...