1. Convertida en una puta por la culpa de mi hijo


    Fecha: 08/07/2018, Categorías: Sexo con Maduras Sexo Duro Sexo en Grupo Autor: delmos2007, Fuente: xHamster

    ... ¿no piensas venir a comer? Estoy en la farmacia…No creo, mamá, estoy tomando unas cañas con los colegas.Pero, Carlos, he hecho unas croquetas riquísimas que te encantan. ¿Me vas a dejar esto plantado?Estoy con Alex y Mariano e igual nos liamos un poco…No me hagas esto, hijo – insistió decepcionada -, aunque sea te traes a tus amigos, pero no me dejes la comida plantada, es una pena.Espera…En el bar donde se encontraban los tres chicos, Carlos tapó el teléfono y se dirigió a sus dos amigos.Es mi madre, os invita a comer.Dile que sí vamos – se apresuró Alex.Esta bien, mamá, vamos en diez minutos -. Cortó la llamada y les sonrió -. Qué cabrones sois…Yo, con tal de ver cómo se le mueven esas tetas, voy a comer al vertedero – le soltó Alex.Veinte minutos más tarde los tres amigos se presentaron en la farmacia. Irene les recibió con la mesa puesta y ataviada de una manera que quitaba el sentido. Pudo detectar las viciosas miradas de los amigos de su hijo. Llevaba unos zapatos negros de unos tacones muy finos, unas mayas azules muy ajustadas que concretaban las pronunciadas curvas de sus caderas y el abombamiento y anchura de su culo, y una camiseta elástica de color azul marino, brillante, con un escote redondeado muy abierto, de hombro a hombro, dejando parte del canalillo a la vista. Se dieron los oportunos besos y ella se ocupó de ponerles de comer, con un ir para allá y para acá, con sus tetas meciéndose bajo la camiseta, dejando constancia de que no llevaba sostén. Y cómo ...
    ... meneaba aquel culo, a veces la tela se le metía por la raja, a veces se inclinaba y lo exponía, a veces se le transparentaban las señales de un tanga. Los chicos se tocaban bajo la mesa. Tenía un polvazo y ellos mucha hambre de follarse una mujer tan madura y carnosa como la madre de Carlos. La hicieron beber vino y algunos chupitos después, como para entonarla. Carlos y Alex se cruzaban miradas de complicidad, ambos chicos no paraban de tontear con ella contando anécdotas graciosas que la hacían reír. Sentada a la mesa y las tetas rozaban la superficie. Irene se comportaba de manera dócil, prestándose a la silenciosa lujuria que allí se cocía. Terminaron de comer y Alex se sentó en un sillón y Carlos y Mariano en el sofá. Irene recogía la mesa, les miraba de reojo, a veces cruzaba una mirada con Alex, el macarra amigo de su hijo. Era consciente de que la miraban suciamente, que allí se fraguaba una nueva aventura sexual bajo el consentimiento de su hijo. Estaba segura, por la forma en que la miraban, de que su hijo les había contado algo acerca de sus encuentros sexuales.Pon unas copas, mamá – le ordenó su hijo.Vale, ¿qué queréis?Una copa de ron para cada uno.Su hijo la trataba delante de sus amigos como si fuera su sirvienta. Fue hacia ellos. Primero le entregó la copa a Alex, que le lanzó una mirada lasciva con todo el descaro del mundo. Luego fue hacia su hijo y Mariano, que se acababa de hacer un porro.Siéntate con nosotros – le pidió su hijo.Se sentó en medio de los dos y ...
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