1. Convertida en una puta por la culpa de mi hijo


    Fecha: 08/07/2018, Categorías: Sexo con Maduras Sexo Duro Sexo en Grupo Autor: delmos2007, Fuente: xHamster

    ... chándal. Venía caliente por la conversación con sus amigos, donde había reconocido que su madre le ponía. Se dieron un besito en los labios y le preparó algo de cena. Luego vieron otro rato la tele, abrazados, cariñosamente.Es tarde, amor, habrá que acostarse, mañana es lunes y encima guardia en la farmacia.¿Puedo acostarme contigo, mami? Es que me da miedo dormir solo – bromeó.Si me haces cosquillas en la espalda como cuando eras pequeño.Bien, te lo prometo.Pero un buen ratoUn buen rato.Ya en la habitación, Irene se metió en el baño y Carlos se desnudó hasta quedarse sólo con el bóxer, emocionado con el morbo que se cocía. Se tumbó boca arriba en un lado de la cama, con las piernas flexionadas y separadas, para que su madre se fijara en el bulto y contornos de sus genitales. Cuando salió, Carlos se quedó impresionado y una nueva erección comenzó a fraguarse bajo el bóxer. Se había puesto un camisón muy erótico, de color negro, cortito, con tirantes de volantes, a juego con la base también de volante, semitransparente. Podía ver sus bragas negras, sus muslos rozándose uno con el otro, pero sobre todo sus dos tetazas, meciéndose bajo la gasa, apreciándose hasta las aureolas donde estaban los pezones. Qué buena estaba a pesar de su gordura. Al echarse al otro lado, entró a cuatro patas y las tetas le colgaron como las ubres de una vaca, pudo verlas a través del escote. Ella se fijó en la barriga de su hijo, muy abultada y algo fofa, salpicada de vello, un vello que contrastaba ...
    ... con la blancura de su piel, así como en sus señalados pectorales, ligeramente abultados también, como dos tetitas del tamaño de una mano y cubiertos de vello denso y abundante. Le dio unas palmaditas encima de la barriga.Tenías que perder, hijo, esta barriga cada vez va a más.Tendré que ponerme a régimen.Venga, te tocan esas cosquillas.Irene se tumbó de costado mirando hacia la pared. Su hijo la miró unos segundos, parecía dispuesta sólo para él. Adoptó su misma postura y le subió el camisón dejando su espalda libre, así como sus bragas negras, muy grandes, le tapaban todas las nalgas. Tenía la polla hinchada, pero se le puso más dura cuando comenzó a acariciarla, a deslizar las yemas de los dedos por su espalda. Bajaba hasta el límite de las bragas y volvía a subir casi hasta el cuello. Ella se removía ante las cosquillas.Ummm… Qué gusto – decía Irene -. No pares, no pares…Se tiró un buen rato acariciándole la espalda, hasta que la oyó respirar a modo de leves ronquidos y creyó que dormía. Carlos se asomó y vio que se había quedado traspuesta. Apagó la luz y le dejó el camisón subido casi hasta las axilas. Se bajó el bóxer hasta la mitad del muslo y se dio unas sacudidas a la polla viéndole las bragas. Se pegó a ella y le pasó un brazo por encima, con la barriga aplastada contra su espalda, así como la verga, presionada contra su amplio culo. No podía resistirse. Con el canto de su mano le rozaba la base de las tetas. Y comenzó a menearse despacio, a rozar levemente la polla ...
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