1. Inicio a un mundo nuevo


    Fecha: 08/07/2018, Categorías: Intercambios Autor: Alvaroalba, Fuente: SexoSinTabues

    ... explicaba lo ocurrido. Me costó pero poco a poco les fui relatando y me ayudaron a calmarme, contándome experiencias suyas y diciéndome que era muy joven, que tenía que experimentar y no atarme ni complicarme. Las copas hacían que me relajara y pronto pasamos a otros temas y de ahí a las risas. Elise estaba sentada a mi lado y su chico en frente de mi, bromeábamos sobre mi pronunciación en el casi nulo francés que conocía, tras una broma y una sonora carcajada Elise puso mi mano en mi pierna, al principio lo interprete como un gesto amistoso pero me sorprendió que tras el típico empujoncito queriendo decir “estas de coña” su mano no se separara, algo que provoco en mi un escalofrío. Pasaron unos segundos y seguía sintiendo su contacto mientras intentaba mantener la conversación con ambos aparentando una normalidad que para mí no existía, pero al ver que para ellos sí intente relajarme. La conversación y las bromas seguían pero la mano de Elise no se separaba de mí y poco a poco empezó a moverse y acariciarme sutilmente. Raúl parecía no percatarse o al menos no importarle sin embargo mi nerviosismo aumentaba por segundos y aún más cuando esa mano traviesa contacto con mi paquete. Mis pensamientos estaban bloqueados, intentaba mantener la conversación, saber si Raul lo sabía, evitar mi erección en unas bermudas que poco iban a ocultar, todo al mismo tiempo. El descaro de Elise no freno y el roce momentáneo se transformo claramente en caricias a lo largo de mi pene ...
    ... perfectamente detectable bajo la fina tela del bañador, mis ojos como platos no deban lugar a dudas, era como un conejo ingenuo ante los faros de un coche y ese coche era Raúl. Un coche que esperaba que me arroyara, que me aplastara y sin embargo lo único que me mostro fue una pícara sonrisa y un movimiento de cabeza afirmando sin decir nada. Lo sabía, lo sabía y no le importaba, frente a él su chica acariciaba mi polla sin reparos, en una curiosa normalidad que me descolocaba. “Vienes” fue el susurro que me saco de mi estupefacción, al aliento de Elise en mi oreja le siguió un gesto ofreciéndome su mano. Casi temblando la cogí y como un perrito sumiso me deje arrastrar por ella en dirección a su tienda. Tenían una carro de esos desplegables que se convierten en tienda, con un avance que hacía más grande el espacio habitable, tras cruzar el umbral me pidió que cerrara, sin entender nada lo hice y en un segundo la sentí pegada a mi espalda abrazándome, su boca volvió a humedecer mi oído “tranquilo, solo déjame a mí, disfruta”, sus manos se introducían en mis bermudas alcanzando con sus deliciosas manos mi poya, me perdía en sus caricias, hasta el punto de no saber cómo cayeron al suelo dejándome completamente desnudo. Los besos cubrieron mi cuello y se deslizaron por mi espalda, bajando y haciéndome desesperar. Era inexperto y desde luego mas en una situación como esa y sus besos hasta el contorno de mis nalgas descubrían nuevas sensaciones, ella mandaba y guiaba con la suavidad de una ...
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