Inicio a un mundo nuevo
Fecha: 08/07/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Alvaroalba, Fuente: SexoSinTabues
... mientras sus manos me obligaban a seguir penetrándola. Yo no podía dejar mi nerviosismo, oía a Raúl desnudarse y sabía que no tardaría en estar junto a nosotros y así fue. Despacio subió a la cama sin decir ni una palabra, solo una caricia en mi espalda. Un escalofrío y un respingo instintivo recorrió mi cuerpo provocando que mi polla casi saliera del delicioso coño de Elise, ella lo evito hábilmente con sus manos atrayendo mi cuerpo y dejando mi verga completamente dentro. Raúl se acerco a su boca y la beso a escasos milímetros de mí mientras acariciaba mi pelo en un gesto casi paternal. Siguió besándola mientras yo intentaba asimilar todo sin frenar mi movimiento, sus bocas, los jadeos ahogados de Elise me excitaban, lo sabía, y lo sabían. Raúl se incorporo y acercándose de rodillas puso su polla erecta ante la boca de Elise que no tardo un segundo en lanzarse a devorarla, era una polla un poco menor que la mía pero sin dudarlo tenía algo especial, tan especial como que era la primera polla que tenía a escasos centímetros de mis ojos, era demasiado, todo era demasiado e iba a correrme pero de nuevo Elise supo sentirlo, adivinarlo, no lo sé, el caso es que freno con sus piernas mi cuerpo, rodeándome completamente incado en ella, sus ojos se fijaron en mi, sin dejar de engullir el pene de su pareja, mirando lasciva, degustaba ese trozo de carne ante mi mirada atónita. Sus manos tomaron mi cabeza, suaves y dulcemente me guiaron ante mi falta de resistencia, sus labios se ...
... tocaron con los míos pero esta vez no era un beso más, el glande rosado de su chico permanecía entre nuestras bocas y no tardo en sufrir la batalla de nuestras lenguas, para mi fueron momentos eternos, nuevos, diferentes, marcaban y traspasaban una línea de la que no podría volver. La mano de Raúl en mi cabeza me indico mi total sumisión cuando me guiaba para tragar su polla, mi primera mamada, el sabor y el calor de esa verga inundando mi boca ante los ojos de su pareja, lo acepte, lo entendí, ellos como era antes que yo y no iba a negarme a descubrirlo. “Te dije que disfrutarías, sigue”, y lo hacía, no pensaba parar, ahora ya no, “¿confías en nosotros?, casi sin dejarla escapar asentí y continué mamando. La mano de Raúl dejo mi cabeza, no necesitaba sujetarme, sabía que no la quitará de nuestras bocas, y poco a po comenzó a acariciar mis nalgas. No era estúpido, si no lo paraba sabía lo que iba a pasar, aquí no mentiré, ya había jugado alguna vez con mis dedos, y algún objeto en mis masturbaciones, siempre fui inquieto pero…esto era otra cosa, esto no eran mis dedos, eran los de Raúl que no perdían el tiempo y acariciaban lubricados en saliva la entrada de mi ano. Intente centrarme en su polla mientras notaba las manos de Elise separar mis nalgas dejando camino libre a los juegos de su chico. Un dedo se deslizo dentro de mí, hábil y por poco tiempo solitario, porque le siguió otro. No era dolor, pero si la incomodidad inicial que todos los que lo habéis probado conocéis bien, se ...