1. Papá ya no me ve como a una niña


    Fecha: 13/07/2018, Categorías: Incesto Autor: porqus, Fuente: SexoSinTabues

    ... analmente no desvirtúa el tortuoso trayecto de Sonia que sube exponencialmente hacia la cúspide de un clamoroso orgasmo que no tardará en explotar en su interior. Eso le avergüenza a la vez que la confunde mientras sigue llorando sometida a los más bajos instintos de su papi, quien dobla sobradamente su peso y casi cuadriplica su edad. Sin cesar en su traqueteo, Toni aprovecha la rendición de su víctima para usar más libremente sus manos a la hora de acariciar firmemente su precioso cuerpo que empieza a sudar ruborizado. Empuja más y más rápido con toda su energía penetrando a su niña salvajemente hasta el punto de desplazar poco a poco el aparatoso escritorio con cada repetición. -ah, ah, aaah- cansada aún entre llantos y sollozos. Sonia se muerde los labios mientras se corre entre una mezcla de odio, placer e impotencia. Toni ya no gime. Está en trance mientras se le ponen los ojos en blanco notando como una arrolladora corriente se apodera de su cuerpo. Bruscos espasmos musculares acompañan ese tremendo alivio que fluye desde su poya rellenando el culo de su hija. Se desploma en su sillón en un estado semiinconsciente mientras siente cabalgar a lo lejos un ejército de reproches encabritados propios y ajenos. Sonia se ha ido llorando. Se siente mareado. Todo le da vueltas. Intenta aferrarse a los últimos coletazos de ese indescriptible placer indigno, pero sus pies tocan de nuevo el suelo. Sabe que ha caído muy bajo pero... lo ha intentado, ha intentado resistirse con ...
    ... todas sus fuerzas. No sabe como sentirse ni cómo actuar al respecto. Mira su menguante pene aún enrojecido y brillante por la humedad descansando sobre el cuero del sillón. Recupera el aliento y con pensamientos aún muy congestionados en su mente se va al servicio a limpiarse. Al mirarse en el espejo le parece ver a un extraño. Su ánimo sigue dando palos de ciego. Debería ir a hablar con Sonia. Titubeante, anda hacia encontrarse frente a su puerta cerrada con pestillo: toc, toc... -Ábreme cielo, tengo que hablar contigo- amorrando la boca a la madera. - ...- Sonia no contesta. Toni intenta entrar pero la puerta no cede. -Vamos cielo, dame la oportunidad de disculparme, he perdido los nervios- -Déjame cerdo- con voz llorosa. -Sé que he hecho mal pero vamos, te compensaré de algún modo- suplica. -!Vete! estoy ocupada- Aún desorientado decide aplazar esa conversación. Regresa a su despacho y se sienta de nuevo frente al ordenador de su escritorio. Cabria la posibilidad de que los recientes acontecimientos terminasen con su matrimonio, con su carrera, con su modo de vida, con sus ahorros... podría incluso perder su casa si su hija lo demanda. No. No puede dejar que tal cosa ocurra. Hará lo necesario y nunca admitiría tales acusaciones. Observa sorprendido un sinfín de ventanas abiertas. Sin duda las desenfrenadas envestidas a las que ha sometido a su hija le han hecho aporrear el teclado. Tras cerrar media docena de carpetas aparece en primer plano una videoconferencia finalizada ¿de ...