Papá ya no me ve como a una niña - Relatos Eróticos

Papá ya no me ve como a una niña

... Sufre por ella y teme que el mundo adulto le venga grande. -¿Listo?- pregunta ella antes de darle al play de nuevo. -¿de verdad es necesario poner la música tan fuerte?- algo estresado. -No me seas yayo papá, necesito sentirla dentro de mi- con tono de súplica. -Está bien, suerte que no está tu madre en casa- resopla. La chica se queda estática unos instantes con su dedo en el reproductor, como si le costara un poco pronunciar sus próximas palabras: -Esta toma será algo más caliente vale papá, no te sorprendas- apartándose el pelo de la cara con su mirada perdida. -Vale- con un tono rebajado y muy neutral. Una atmósfera sintética introduce el tema de nuevo inundando la habitación de notas musicales. El marcado ritmo rentabiliza otra vez la potencia de los altavoces que no dan opción a ningún dialogo. No hay olfato, no hay gusto, no hay tacto... solo música a modo de lienzo y la luz coloreada del foco iluminando la espléndida figura de Sonia que se contonea aún con más fervor y erotismo. Paso a paso se nota más afianzada en ese particular escenario como si de un pez en el agua se tratara. Se funde con la música mimetizándola con una sincronía pasmosa. Toni empieza a sentirse descontextualizado y se ve obligado a quitar el ojo del visor para contemplar esa deslumbrante actuación. Barrido por esas inesperadas emociones siente su corazón en un puño mientras nota como su miembro lucha palpitantemente por adquirir protagonismo. La pequeña camiseta blanca de Sonia parece menguar ...

... por segundos y ese tejano inapropiadamente corto se muestra muy poco dispuesto a seguir cubriendo sus redondas nalgas. Ella se emplea a fondo sin escatimar en guiños y miradas que caen una a una como gotas de lluvia acida derritiendo la maltrecha armadura de apatía que lleva puesta Toni. Su pelo le cubre salvajemente el rostro una y otra vez prestándose a que lo aparte de nuevo con gestos sinuosos. Sus jóvenes pechos revolotean libremente apenas contenidos dentro de su camiseta de tirantes. Sus pies descalzos se deslizan sobre la tupida moqueta beis marcando sus últimos pasos. La canción termina de nuevo dando lugar a un silencio aún más abismal que el de la primera toma, solo mancillado por la respiración acelerada de Sonia que se recupera buscando los ojos de su padre. -¿Que tal esta?- dice Sonia entre inspiraciones. Toni guarda unos instantes de quietud antes de volver a la realidad desde los ecos de tan inquietante actuación. -No se cariño... esta me parece demasiado- en un mar de dudas. -¿Como demasiado? ¿te crees que Tom no ha visto mis partes ya?- indignada. -Eso es algo que no necesito saber pero está claro que...- interrumpido. -Está claro que nada. Si no me quieres ayudar no me ayudes pero lo voy a hacer igualmente. Solo te lo he dicho porque esta vez quería que quedara bien, bien, y sé que tu eres muy bueno con la cámara y montando- intentando reconciliar el tono. -No es eso preciosa, solo es que no deberías confiar tan ciegamente en él, piensa que la red está llena ...