Papá ya no me ve como a una niña - Relatos Eróticos

Papá ya no me ve como a una niña

... inquietante realidad en que su niñita se desviste de su inocencia y se convierte en una sórdida representación de sus peores temores a la par que de sus más ardientes deseos. Sus inquietudes han llevado al límite sus dotes detectivescas empujándole a leer horas y horas de tontas conversaciones edulcoradas con los ciberamantes de su hija. Sus mente está ofuscada por la falta de sueño y la colisión constante de sentimientos contrapuestos. No piensa con claridad. ¿cómo va a estropear la relación de Sonia con Tom?¿Solo por despecho?. Ese chico es el sueño de cualquier padre: !un novio que vive a 10.000 km!. Como puede ser tan tonta de darle importancia a relaciones tan recientes y lejanas. Es algo inaudito. Sea como sea esa es una gran baza. Su intervención ha sido providencial. Gracias a su diligencia a logrado tomar el control de los acontecimientos y salvar la rectitud gravemente amenazada de su niña. Si bien son ciertas las frecuentes y vergonzosas debilidades a las que ha sucumbido fruto de los incontestables encantos de su propia hija, lo ha hecho en la privacidad de sus aposentos y sin implicarla para nada. Objetivamente no ha ocurrido nada malo aún. Todo va bien, todo va bien... **** Toni abre los ojos un tanto desorientado. Se había quedado profundamente dormido en el cómodo sillón donde suele trabajar frente a su escritorio. Aún inmóvil siente como, a pocos centímetros de él, Sonia husmea en su ordenador intentando no despertarle. -de verdad crees que puedes remediar ...

... así mi decisión- calmadamente. -No se- dice ella sin demasiada sorpresa y más bien resignada. -¿Has encontrado algo?- pregunta con parsimonia. -... aquí tienes un laberinto de carpetas y archivos- protesta. -Son cosas del trabajo- con paciencia -documentos judiciales- -¿Le has dicho algo a Tom?- con carita de pena. -No, todavía no, estaba ocupado con el trabajo- suspirando. -Papá, haré cualquier cosa que me pidas, lo que sea...- haciendo morritos. Esa afirmación tan rotunda le quita el sueño de las orejas a Toni que siente de nuevo el morboso aliento de la tentación en su cogote. Esta vez el ardor se apodera de sus entrañas salpicando de posibles equívocos dicha oferta. -¿A qué te refieres princesa?- mirándola expectante. -No sé, cualquier cosa, lo que sea para que no hables con Tom- Sonia deja caer sus parpados y mantiene su jugosa boca abierta dibujando una enigmática y sugerente expresión en su rostro que da alas a la imaginación de su padre. Pero no, de ningún modo. Una cosa es fantasear y otra muy distinta... Nunca podría hacer algo así. -Piénsatelo antes de hacer nada ¿vale?- con una voz exageradamente dulce. La chica lleva aún su pijama aterciopelado lila y gris con gatitos estampados. Dos piezas veraniegas que ya tienen algunos años y se le han quedado pequeñas. Papá repasa sus sinuosas formas mientras ella hace como que sigue buscando en el ordenador a escasos centímetros de él. Huele a champú de frutas. -¿Donde está el video? el que grabamos ayer?- buscando en "mis ...