1. Me indujeron a ser esclava (II)


    Fecha: 16/07/2018, Categorías: Dominación Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos

    ... como tu… -No las toques por favor –dije, ya en tono de preocupación y suplica –Hare lo que me ordenes, no diré que no a nada de lo que desees. -Por supuesto que no lo harás arrabalera. Pero sabes, sé que no es solo porque quieres a tus hermanas. Sé que no es solo por tu reputación de "señorita decente", que por cierto, de eso tienes muuuy poco. Sé que jamás me dirás que no, más que todo porque en el fondo, lo gozas, lo deseas. Te gusta ser sometida. Te gusta que te den duro. Te gusta que te traten como la ramera gratuita que eres. Y sabes muy bien que llevaras esos piercings orgullosa, porque te excita verte así, te excita saberte puta, sentirte puta, ser una puta. No hace falta ser adivino para saberlo, tu actitud, tus reacciones lo indican. ¿Y si no, explícame porque demonios tienes jugos de tu coño escurriendo por tus entrepiernas? Tenía razón. Vi hacia abajo, y estaba mojada. Ok, podía suponerse que era por el terrible orgasmo que me hizo tener su amigo, su secuaz, o lo que sea el tipo que me anillo. Pero yo sabía que esa humedad se debía porque todo esto, en el fondo me gustaba. Y no era necesario ver mi cuca empapada, solo con el sentirme excitada bastaba para saber que él tenía razón. Al parecer el tipo era jodidamente bueno en estos temas de mujeres. Baje la mirada, avergonzada por sentirme descubierta. -Jajaja eres fácil de leer putita. –Continuo mi amo -Te avergüenza que te veamos así, te humilla, pero en el fondo esa humillación te gusta. No me engañas cerda, ...
    ... putas como tu he tenido por montones, y se cómo reaccionan, se sus comportamientos. Sé que te gusta ser una puta. Y como te gusta ser una puta, pues, en mis manos, una puta serás. Estos dos amigos míos son tus primeros clientes. Asegúrate de dejarlos muy satisfechos, ya sabes lo que dicen, que si la mercancía es buena, el cliente volverá por mas. Pobre de ti y de tus hermanas si no convences. Dicho esto se dirigió a la camioneta, entrando en el lado del conductor. No se podía ver hacia adentro, debido a que los vidrios estaban bastante oscuros. Los otros dos hombres, también encapuchados, se ubicaron a cada lado de mí, y comenzaron a magrearme. Yo con todo lo que estaba ocurriendo, ya iba bastante caliente. Las palabras de mi amo eran ciertas, me fascina ser humillada, y de seguro el llevar estos aretes en mi cuerpo, delante de todos, iba a ser algo que me mantendría con una excitación leve, al menos en un tiempo. El que estaba a mi derecha, a quien llamare "verdugo" porque fue quien me abrió todos los agujeros y me cogió al mismo tiempo, comenzó a explorar mi culo, mientras el otro, el que estaba a la izquierda de mí, se entretenía con mi vulva y el anillo de mi clítoris. –Límpiate mi leche de tus tetas escoria –me ordeno el verdugo, orden que acate de inmediato, tomando ambas tetas con mis manos y llevándolas a la boca, para lamerlas lo más que pude, y jugar con mis nuevos adornitos. La situación me fue calentando cada vez más y más. El jugueteo al que el hombre que estaba a mi ...
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