HELEN: MI FRUTA FAVORITA… (DOS) - Relatos Eróticos

HELEN: MI FRUTA FAVORITA… (DOS)

... daba crédito a lo que me sucedió, nunca pensé que fuera capaz de hacer algo así. Fue tanto el placer que comencé a llorar sin control mientras gemía, me desvanecí sobre la cama y Ruth inmediatamente se recostó junto a mí, y me daba besitos ricos y tiernos. Erika que ya estaba un poco repuesta en ese momento miraba la escena. Tarde varios minutos en recuperar la cordura, mis piernas temblaban la chochita me palpitaba. Y bueno bebes para no prolongarme más le diré que cuando finalmente volví en mí, Ruth me decía que había estado increíble, yo también le decía lo sorprendida que esta por aquello y bueno tuvimos unos minutos en los que pasamos de la lujuria de depravación al amor. Después Ruth me pidió que le hiciera lo mismo, ella sabía que podía eyacular desde hacía muchos años, así que fue mi turno, pero me ayudo Erika. Preocupada por su embarazo le dije a Ruth si no sería peligroso y ella me dijo que no, que ya lo había hecho antes y que también durante su embarazo de Vianey lo había hecho y sabía que en ese momento aun podía hacerlo sin riesgos. Así que Erika y yo procedimos a hacerlo, Erika la martillaba con rudeza y fuerza con el mismo dildo que uso en mí por su culo y yo frotaba su clítoris y metía mi dedo en su vagina. Finalmente después de un rato igualmente de gritos y gemidos, la eyaculación de Ruth broto como una fuente de su vagina, un grito inmenso de placer se escuchó por toda su enorme casa. Finalmente en éxtasis esa increíble y súper intensa sesión de sexo ...

... entre hembras llego a su fin con un final muy feliz y sumamente placentero para las tres. Después de que Ruth se recuperó de su orgasmo le ordeno con rudeza y firmeza a Erika que se marchara a su cuarto y nos dejara solas. La sirvienta recogió su ropa del suelo y se fue. Nos quedamos un rato besándonos y acariciándonos diciéndonos lo mucho que nos queríamos y cositas sucias, cuando pensé que ya era hora de irme a mi casa no podía ni levantarme de la cama, casi no sentía mis piernas, estaban como anesteciadas. Yo: Jeje, ay amiga no puedo ni moverme… Ruth: Jeje amiga es por el placer que tuviste, pues porque no te quedas a dormir con migo, mi marido no está, Vianey su fue con la estúpida de su abuela y tenemos la casa para nosotras, seria rico dormir contigo… Yo: Me encantaría preciosa, pero si me tengo que ir, pero en otra ocasión que haya oportunidad si me quedo a dormir contigo… Así que bebes, como pude me levante y me vestí, Ruth me pidió un taxi y me fui a casa, y ahora saben porque llegue tan cansada y porque sentía que no podría complacer a mi bebito esa noche, pero como ya les dije el amor de madre, la lujuria que despierta en mi, mi hijo me dio fuerza para complacerlo. Y así comenzó esta fascinante y degenerada relación con Ruth, han pasado ya casi 5 meses y bueno muchas más cosas han pasado, en mis siguientes relatos les iré contando lo que ha pasado y créanme han sido cosas muy ricas incluso pienso en contarles algunas por lo fuertes que puedan ser, aunque yo sé que mis ...