1. Mi polla es tuya


    Fecha: 19/07/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Esto es el relato de unos sucedidos ocurridos en mi adolescencia. Los recuerdo entre sonrisas, un poco de morbo y otro poco de vergüenza…, pero es así como pasó. Ocurrió hace unos 10, 12 años. En mi casa éramos dos hermanos, pero había mucha diferencia de edad entre nosotros: nos llevamos 8 años. Así que yo he sido casi como un tercer padre para mi hermano, siempre tan pequeño y tan ajeno a mi mundo. Un niño al que siempre defendía, ayudaba y me desvivía por él. Un niño bastante gracioso, como yo también lo era. Nos hemos llevado siempre bien. Pero como este es un foro sobre sexo, voy a relatar lo que toca respecto al sexo con mi hermano. Tenía yo unos 15 o 16 años, o sea, en plena adolescencia…, y mi hermano tenía unos 7 u 8, todavía un niño bastante pequeño. Desde hacía unos años, ocupábamos habitaciones distintas, porque a mí me parecía que me daba más importancia tener una habitación para mí solo… y mis padres habían accedido a ello ya que mi hermano pequeño ya no era un bebé. La desnudez no era un problema para nosotros, pues yo había visto a mi hermano desnudo miles de veces, le había limpiado, le había ayudado a ducharse, le había ayudado a todo. Mi desnudez no la había visto mi hermano o quizá la hubiera visto sin detalle en algún momento porque dormíamos en habitaciones distintas. Pero algo iba a cambiar en unas vacaciones en el monte en casa de unos amigos de mis padres: Como somos los pequeños, nos dejan a ambos en una habitación en el extremo de la casa donde hay ...
    ... dos camas. Sin problema: ya he dicho que no tengo mucho pudor y mi hermano es pequeño como para tenerlo conmigo, que le he estado ayudando a lavarse hasta anteayer… Ese día estuvimos de excursión todos, y llegamos por la tarde reventados y bastante sucios. Sucios, no solo por el sudor, sino porque nos habíamos sentado en un tronco y habíamos dejado la ropa pegajosa de resina. Al llegar nos dijo mi madre que fuésemos a la ducha y le diéramos la ropa para quitarle la resina y echarla a lavar. Y con prisa, que teníamos que vestirnos para ir a cenar a un sitio. Los mayores se duchaban en casa…, pero nosotros teníamos la ducha en un patio trasero, al aire libre, sin agua caliente…, pero era una bendición esa agua fresquita con ese calor que hacía. ¡¡Daos prisa!!, nos achuchaba mi madre. En el patio, una vez localizamos la ducha y el jabón, mi hermano se empezó a quitar la ropa y se quedó desnudo para ducharse. Yo me lo pensé un poco…, pero el tiempo apremiaba. También me desnudé y abrí el grifo de la ducha. ¡Hala!, dijo mi hermano mirando mi pene. Yo, con 15, 16 años, ya tenía el pene desarrollado, con mis 17 centímetros en erección, que no es corto aunque tampoco largo. Eso sí, es bastante anchote. Entonces, no estaba erecto, pero incluso así, comprendo el asombro de mi hermano al ver un pene flácido muchísimo más grande que el pene infantil suyo. Un poco de mosqueo tenía yo al estar allí en ese patio trasero que, aunque no pasaba nadie por detrás de las casas, podrían hacerlo y ...
«1234...»