Mi amiga me transformó de Felipe en Fabiana
Fecha: 26/07/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... algo? Sé que es difícil, pero me has estado desnudando con tus ojos toda la tarde, y creo que merezco una compensación: Mostrame tu pene. ¡No! ¡Cómo podés pedirme eso! ¿Te acordás cuando éramos chicos y jugábamos a la maestra. Me gustaba ponerte mi guardapolvo, y te decía "alumna". Te levantaba la falda del delantal, para inspeccionar el aseo, y muchas veces te rozaba tu bultito. Creo que a los dos nos encantaba. Si me mostrás, te dejo cumplir tu fantasía, de besarme las piernas de rodillas. Me quedé mudo un rato. Lo de nuestros juegos de niños me avergonzaba, porque ella siempre trataba de darme roles de niñas. Me resistía, pero siempre jugábamos. Pero esto ahora era distinto. Estaba parado, sin poder articular palabra, cuando ella rápidamente bajó el cierre de mi pantalón y pese a mi resistencia sacó hacia afuera mi pequeño pene. Me avergonzás, y me humillás. Vas a acabar con nuestra amistad, grité. Sí, nuestra amistad será diferente. Siempre me daba morbo hacerte jugar como mujercita, ahora quiero que seas mi mujercita. cambiaremos de roles. arrodillate al bordel sillón. ¡Ya! Ordenó. Yo me subí de nuevo el cierre, y obedecí. Tenía sobre mí, desde siempre una influencia total. Se sentó delante mío y puede mirar impunemente sus piernas, su bombacha, su vagina marcada tras la fina tela, y hasta los pelos de su pubis. Estaba de rodillas frente a ella, y comencé a obedecer sus órdenes: Debía comenzar besando y lamiendo sus pies, para luego muy despacio subir por sus piernas. ...
... Mientras lo hacía, ella comenzó con quejidos de placer. Pero me inquietaba que decía: Bien nena, así me gusta. Me trataba como mujer, y ella asumía el rol masculino. Lo que me inquietaba era que me producía un extraño placer. Lo que siguió fue desnudarnos. Aunque ella se quedó rápidamente en bombachas y corpiño, a mi me fue sacando la ropa lentamente. Me llevó al dormitorio, me tiró en la cama y al sacarme el calzoncillo, dijo: Te estoy sacando la bombacha, ya sos mía. Y poniéndose arriba mío se quitó el sujetador para ordenarme que le chupe las tetas. Se fue subiendo a caballito de mi cuerpo hasta dejar su vagina ya sin bombacha en mi boca, sentada en mi pecho. Comencé a pasar la lengua, despacio como me lo ordenaba, rodeando el clítoris, y debí estirar mi lengua todo lo posible hacia atrás del clítoris. Fue entonces que se agitó y comenzó a gemir más fuerte. Entonces siempre arriba mío, se recostó sobre mi cuerpo y me ordenó: Abrí las piernas, te voy a coger. Se acomodó, entre mis piernas, tomo mi pene, totalmente parado, que así mide unos 12 cm. Se lo fue introduciendo lentamente en su vagina, mientras decía: Yo te estoy penetrando, yo te la pongo, vos sos la mujercita acá, y bien abierta de piernas. Yo me retorcí de placer. Ella empezó a bombear como un hombre, me mordía las orejas, me besaba el cuello, me decía ¿te gusta nena?, te voy a hacer bien putita, así perra, así. Y yo comencé a gemir como mujer, me gustaba todo lo que me hacía, me retorcía, le pedía más. Me hacía ...