Adiós virginidad
Fecha: 28/07/2018,
Categorías:
Control mental,
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Llegaba el momento de probar si funcionaba. Todos los preparativos listos, mi primera víctima ya en camino. Empecé a proyectar mis pensamientos sobre ella: Cuando llegues a casa y llames al timbre, dirás, soy yo, la que esperabas. Luego subirás en ascensor y te quitarás el sujetador dentro de él. Lo pondrás en tu mochila y llegarás a mi piso. Yo estaré allí y a partir de ese momento, obedecerás cualquier orden verbal que te dé. No habían pasado ni cinco minutos cuando sonó el timbre y me dispuse a escuchar si había funcionado mi primera orden: - Sí? - Soy yo, la que esperabas. Le abrí la puerta con una sonrisa en la boca, sabiendo que ya estaba en trance, en mi poder. Llegó a mi piso y por primera vez desde que la conozco, le vi los pezones marcados en la blusa que llevaba. - Déjate hacer – le dije. Acto seguido la besé y le estrujé el pecho izquierdo. Así estuvimos un largo minuto hasta que me cansé y me retiré. - Sígueme Cogiéndola de la mano me dirigí a mi cuarto y la empecé a besar mientras manoseaba todo su cuerpo a diestro y siniestro. - Bájate los pantalones y las bragas. Y así lo hizo. Yo estaba mucho más nervioso que ella, que obedecía toda orden sin objeción alguna. En breve ya tenía las bragas por los tobillos y su coñito a plena disposición para mí. Me limité a observarlo, abriéndole los labios, olfateando su esencia, besando su pequeño tesorito. De haber seguido con la relación como iba esto no lo habría podido hacer hasta dentro de bastante mucho más tiempo. ...
... Sentía un pudor impresionante el hecho de exponerse de tal manera hacia mí, por lo que nunca me lo llegó a hacer. Pero el hecho es que allí estaba, quieta, abstracta, mientras yo deliberadamente disfrutaba. Se empezaba a humedecer y fue entonces cuando decidí meterle un dedito. Al sacarlo lleno de sus jugos se me vino a la cabeza una idea que realmente me excitaba: - Abre la boca y saborea tus propios jugos. Y allí la tenía de nuevo, obedeciendo. Acto seguido le dije que me sacase la polla y empezase a chuparla. Se puso de rodillas, me bajó los pantalones, luego los bóxer y finalmente empezó a tragársela lentamente. Me encanta como la chupa esta chica, es toda una experta. Así estuvo un buen rato mientras yo le acariciaba los pezones. - Para, súbete a la cama y ponte a cuatro patas. – le dije antes de que me corriese en su boquita. De un golpe se subió a la cama y yo terminé de sacarle los pantalones y las bragas que aún estaban por sus tobillos. Los pantalones los tiré para el suelo y las bragas se las puse en la boca. Eran verdaderamente finas, apenas se notaban que estaban allí dentro. Por fin allí estaba yo, abriéndola aún más de piernas y dándome una bonita visión de todas sus partes íntimas. Su culo era una divinidad, ya pensaría en follarlo otro día, ahora, tocaba desvirgarla, desde atrás. Empecé a jugar con mi polla en la entrada de su coñito mientras se hacía paso más y más. Sólo entraba la cabeza, estaba super cerrado así que desistí de seguir metiendo. En lugar de ...