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Adiós virginidad
Fecha: 28/07/2018, Categorías: Control mental, Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... eso, coloqué mis manos en sus pechos y comencé a sacarla y a meterla muy poco a poco. Su humedad ayudaba a que a cada intento entrase más y más. Así cuando vi que apenas había resistencia empujé con todas mis fuerzas y me quedé allí dentro un par de segundos más. De seguro no haber tenido su boca ocupada hubiera gritado, fue el momento en que dejó de ser virgen. Estaba en el paraíso, allí, marcando el ritmo, suave cuando me parecía sacarla, rápidas estocadas cuando se la metía. Quise llegar un poco más allá, llevé mi dedo medio a mi boca y se lo metí por el culo. Creo que le había llegado algo de los jugos de su coño porque fue relativamente fácil introducirlo. No podía aguantar mucho más, así que previniéndolo diez segundos antes, saqué mi dedo, y saqué mi polla y le dije que se diera la vuelta y que abriese la boca. Ya colocada en la posición ya no era preciso aguantar más, me corrí por toda su cara aunque había apuntado a su boca. Su pelo, sus ojos, su boca y parte del pecho lo tenía de mi néctar. - Límpiala – Le indiqué acercando mi polla a su boca. Sentía como se iba encogiendo en su interior mientras las fuerzas se me iban. Me recosté a su lado mientras le decía que se limpiase y se vistiese. Descansamos un poco y luego ya llegaba la hora de despedirse por lo que me dispuse a limpiar su mente con mis últimas órdenes del día: - No recuerdas nada de lo ocurrido. Aún piensas que eres virgen. Te lo has pasado bien y quieres volver mañana. El malestar que puede que sientas en tus partes bajas no lo atribuirás a nada de sexo, pensarás que ya se te pasará. La acompañé a la puerta de mi piso y la besé, esta vez sin magreos de ningún tipo, ya era ella, la de siempre, la intocable, y a partir de ahora, al ex-virgen.