1. Le follo la boca y el culo a la capitana


    Fecha: 29/07/2018, Categorías: Anal Voyerismo Sexo Duro Autor: predatorgapes, Fuente: xHamster

    ... esos pensamientos rondándome llegué a casa. No pude hacer otra cosa que meterme en la ducha directamente y sobarme la polla imaginando que eran los labios de Stella, mientras me miraba con sus ojos de felino. Me corrí en segundos, como no me había corrido en mucho tiempo.• Marcos, ¿estás bien? Llevas mucho rato ahí dentro.Lara me tenía fichado. Era como vivir con una madre. Nunca me he quejado de mis compañeros de piso, la verdad es que tuve muchísima suerte encontrando a Lara y a Manu. Manu era un tío de los que en España decímos “de puta madre”. Siempre dispuesto a invitarte a una copa o a salir de fiesta. Lara, por otra parte, era la que imponía cordura en la casa. Era una sargento de la limpieza y el orden, y gracias a ella, la casa estaba impoluta. La verdad es que si lo piensas, Lara estaba buena. Es una chica bajita, morena y de ojos marrones que no destacaba especialmente, pero que tenía un buen cuerpo con muchas curvas. Manu nunca intentó nada con ella, el muy cabrón era pintor y se follaba a todas las que venían a casa a “posar” para él. Por eso nunca le contamos que una de las primeras noches de vivir juntos, cuando Manu estaba de fiesta, Lara y yo estuvimos viendo una peli. Pero no una peli cualquiera, si no que tuvimos la maravillosa idea de ver El diario de una ninfómana, y Lara se volvió loca. Los dos, cachondos como monos, comenzamos a pajearnos el uno al otro durante toda la película, como dos quinceañeros, sólo pajas. Al día siguiente nos dió tanta ...
    ... vergüenza que no volvimos a hablar del tema. La verdad... estando tan cachondo como estaba ahora mismo, no me hubiese importado follarme a Lara, o podría haber grabado lo de las pajas, que esas cosas dan mucho morbo cuando.... ¡espera!Joder, qué idea más buena. ¿Cómo no se me había ocurrido antes? Si grababa a las chicas en vídeo mientras entrenaban... después podría pelármela como un mono en casa. Y nadie sospecharía, en el fondo sólo estaría grabando los entrenamientos para analizar los fallos. Como un relámpago terminé de ducharme y fui a mi dormitorio. Con el corazón bombeando a mil preparé la GoPro y la tarjeta de memoria: mañana las grabaría, y tendría a Stella para mí, para hacer lo que quisiese viendo sus vídeos en la intimidad de mi cuarto. ¿Qué podía fallar?Durante las dos semanas siguientes, mi felicidad era absoluta. Todas las tardes, tres horas al día disfrutaba entrenando con esas preciosidades, y se me cortaba la respiración cuando Stella se me acercaba a menos de un metro. Teníamos tres semanas antes de jugar el primer partido, y el equipo parecía muy dispuesto a ganar la copa que disputaban todos los colegios de la zona, lo que le podría valer una beca universitaria a alguna de ellas. Los entrenamientos eran el paraiso, cada vez que tenía que colocar a Stella en una posición para que estirase la pierna, o el glúteo, me revolucionaba los instintos, y no podía pensar. Todos los días se me ponía morcillona cuando me saludaba y me miraba a los ojos y tenía que sentarme ...
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