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Inicios como runner
Fecha: 30/07/2018, Categorías: Voyerismo Masturbación Autor: Sevillano, Fuente: CuentoRelatos
... a correr un poco. Puede que ya Antonio notara el culo más duro aquella misma tarde, pensaba con una sonrisa en la cara. Se levantó de la cama. Se quitó la camiseta de fútbol con la que solía dormir y con su atuendo de runner se dirigió a una zona cerca. Era una especie de parque con zonas arboladas y caminos de tierra. A sus rodillas les vendría mejor ese material que el duro asfalto. Era temprano y no había nadie en el parque. Tras el estiramiento de rigor, activó el app y empezó su trote. Durante el mismo no se cruzó con nadie, sólo con una chica que paseaba un perro y un par de ciclistas que la adelantaron rápidamente. A los 27 minutos el app pitó indicando que había logrado algún objetivo de los que tenía en su memoria. Laura se detuvo poco a poco. Notaba el sudor que le corría por todo el cuerpo. La espalda de la camiseta estaba mojada. Empezó a caminar recuperando poco a poco la respiración y haciendo que su corazón fuera relajándose. Bebió algo de agua en una fuente cercana que estaba junto a una zona arbolada, y aprovechando que había un banco de madera cerca se acercó a él a estirar. Colocó una mano sobre el respaldo del banco y levantó unas de las piernas hasta agarrarse el pie con la otra mano. En esas estaba cuando empezó a escuchar algo. Era música, no demasiado fuerte, pero que se escuchaba con claridad. La ignoró y siguió a la suyo. Pero es cierto que la curiosidad la mataba por dentro. Por eso cuando escuchó unas risas y unas voces se acercó a la zona ...
... arbolada para ver que era. Había una par de primeras líneas de árboles que cruzó son problemas. Luego había una especie de seto de arbustos que consiguió atravesar por un hueco que encontró a la izquierda. Delante se encontró exactamente lo mismo. Tenía delante otro seto y otras dos líneas de árboles. Pero este segundo seto no tenía hueco ninguno. No podría atravesarlo. Pero si encontró un pequeño hueco por donde mirar. Allí, en aquella posición, escuchaba más fuerte la música y las risas así que acercó su mirada al segundo seto y miró por el hueco. Al otro lado estaban las dos líneas de árboles y a continuación un pequeño camino de tierra serpenteaba. Allí parado estaba un Megane negro con las puertas abiertas. De allí surgía la música. Las risas provenían de la parte delantera del coche. La boca de Laura se abrió al ver lo que allí ocurría y un pequeño gemido escapó de sus labios. Eran tres, dos chicos y una chica. Eran más jóvenes que Laura. Tendrían unos 20 años como mucho. Los chicos tenían los pantalones bajados hasta los tobillos. A uno de ellos la chica estaba realizándole una felación mientras que el otro chico estaba penetrándola por detrás. La chica llevaba los pantalones bajados hasta la zona posterior de las rodillas y sólo llevaba un tacón negro puesto. El otro descansaba junto al camino junto a lo que Laura pensó que sería un sujetador. Desde donde estaba, Laura lo podía ver todo sin miedo a ser descubierta. Nunca había visto nada similar, la verdad. Y, aunque su ...