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Mañana de estudio y gemidos
Fecha: 01/08/2018, Categorías: Hetero Fantasías Eróticas Autor: caliente, Fuente: CuentoRelatos
... arrodille en la cama para mayor comodidad. Lentamente introdujo su pene y no pude evitar gemir sonoramente. Comenzó lento pero el ritmo aumentó rápidamente y cada vez que se unían nuestras caderas el sonido era mayor, al igual que el placer. En el momento en que me tomó del cuello para lograr mejor control, sus embestidas lograron hacerme gritar. Cambiamos de posición y Pedro se colocó sobre mi otra vez pero rápidamente lo giré y me puse a horcajadas sobre él. Antes de dejar que entrara en mí me acerqué a su oído y susurré: -esta vez el control lo tengo yo, quieto. Luego me senté sobre su miembro lentamente y sentí cómo se abría paso dentro de mí, estaba tan mojada que simplemente no había dificultad. Seguí subiendo y bajando sin mucha rapidez a medida que besaba su cuello. Pedro gruñía y tenía sus manos en mis muslos tratando de aumentar el ritmo. Pero esta vez me tocaba a mí marcar los movimientos. Moví mis caderas circularmente sobre él y no pude evitar los gemidos. Una fina capa de sudor nos cubría a ambos y sonreí al ver su abdomen marcado. Abandoné su cuello y me erguí porque ahora yo también quería mayor intensidad, de esta forma ...
... podía montarlo mejor. Cerré los ojos y me dejé llevar por el placer, lo que parece también funcionaba para Pedro ya que lo podía escuchar gemir y gruñir bajo de mí. Bajé a besarlo y me acerqué nuevamente a su oído, quería decirle algo que sabía lo iba a calentar y realmente tenía ganas de hacerlo. -No vayas a acabar dentro de mí, quiero que lo hagas en mi boca - murmuré Él no dijo nada pero me tomo de las caderas y comenzó a subirme y bajarme sobre su polla con mayor brusquedad. En este punto mis gemidos ya no tenían control y mordí mis labios en un intento por no gritar de placer pero fallé y mis gritos llenaron la habitación, mientras yo llegaba al segundo orgasmo en la mañana. Pedro se salió de mí y rápidamente bajé para meterme su miembro en la boca, seguí chupándolo y masturbándolo hasta que finalmente con un gran gemido acabó en mi boca. Hice lo posible por tragarme toda su leche y finalmente intenté limpiar los restos con mi lengua. Nos quedamos un rato tirados en la cama pero después fuimos a bañarnos. Tuvimos sexo ahí y también sobre la mesa al momento de querer estudiar. Claramente nuestras juntadas de estudio jamás serían las mismas...