El diario de Claudia: mi violación
Fecha: 01/08/2018,
Categorías:
Transexuales
Sexo en Grupo
Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos
... que sí, ya lo vas a ver” Abrió la puerta principal; la luz era muy tenue y se escuchaba algo de música melosa. El aire estaba saturado por el olor de tabaco y alcohol. “Esto para nada es un hotel” me dije, ahora algo preocupada… “mejor salgo de aquí” - “Hey sabes, esto no es lo que pactamos así que mejor olvídalo, me voy” - “No, no para nada, no te vayas, te queremos a ti” ¿Te queremos? ¿De qué habla? De pronto Néstor se acercó al pie de una escalera y gritó hacia el segundo piso. “Muchachos, ya tenemos carne para hoy” ¿Carne? ¿Quién, yo? Esto ya no era el servicio común al cual estaba acostumbrada. Esto era algo más. De pronto escucho un candado que cierra la puerta principal. “Estoy encerrada.” Apurados, bajaron un grupo de personas, todos hombres, la mayoría en sus 40s, otros en sus 50s, completamente desaliñados, oliendo a alcohol y sudor. “¡Mierda! ¡Sí que nos trajiste una buena puta hoy compadre! ¿Tiene pito o no?” Exclamó uno de ellos, mirándome de arriba abajo. “Claro que sí… esta puta solo toma verga por el culo hermano” “supongo que también es traga leche… mira esos labios tan ricos” respondió. “Chicos, si quieren coger, ok, puedo coger con todo el grupo, pero ya saben, tengo una tarifa diferente en ese caso” les dije. De inmediato todos empezaron a reírse a carcajadas “¿Qué te hace pensar que estamos contratándote por tus servicios, puta?” “Vamos, de una vez, no tenemos toda la noche” Amenazó uno de los tipos. De pronto sabía de qué se trataba esto: pensaban ...
... violarme. Pensé buscar otra salida pero ya estaba completamente rodeada, sin escapatoria. No sé cuántos eran: quizá unos diez o doce, la poca luz y el temor no me dejaban calcular bien. Entonces pensé: “si te opones demasiado la cosa puede tornarse violenta y será peor. De todos modos saldré perdiendo, la cosa es como perder poco” Apenas había terminado mis pensamiento cuando siento que alguien me toma de atrás, por la cintura, y empieza a jalar mi vestido hacía arriba; como no llevo trusa alguna quedo completamente expuesta, con el vestido enrollado por encima de mi vientre; de un empujón me doblan a la fuerza las piernas haciéndome caer sobre mis rodillas en la gruesa alfombra. Entonces alguien separa mis pierdas, exponiendo mi culo a todos. Uno de ellos se me acerca con un trago de tequila: “Tómatelo, para que te relaje” No lo pensé dos veces, me lo tomé de un tiro. Sabía lo que me esperaba pero temía cómo sería esto. Nunca había sido violada, mucho menos por un grupo. Estaba tensa, temerosa, con ganas de correr. Crucé mis brazos sobre la alfombra y luego apoyé mi rostro sobre ellos. Se escuchaban gritos de celebración. “¡Qué rico culo tiene esta perra! Se nota que es una buena puta! ¡Hay que darle lo que se merece!” ¡Ja, ja ja, ja! De pronto siento unas manos ásperas tomándome fuertemente de las caderas y entonces la punta de una verga sobando mi orto; sin ningún tipo de lubricación, salvo un poco de saliva, empezó a empujar hacia adelante para metérmela. “Oh dios, esto va a ...